• Les impiden ofrecer sus servicios dentro del sitio

MÉRIDA, Yucatán.- Al perder el amparo que les permita ofrecer sus servicios dentro de Chichén Itzá, nueve guías de turistas de la zona arqueológica solicitaron al Juzgado Tercero de Distrito, con sede en Yucatán, la revisión de tal decisión.

Mientras tanto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), los presuntamente afectados siguen ingresando al sitio cuando llevan a grupos de visitantes, por lo que en ningún momento se les ha impedido el acceso, pero al concluir con el recorrido tienen que salir de la Zona de Monumentos.

El integrante del colectivo Kanan Derechos Humanos, Miguel Anguas, afirmó que “el INAH realizó un acto arbitrario contra personas que han esperado meses para volver a tener un sustento económico con la reapertura del Chichén Itzá donde siempre habían trabajado”.

Por su parte, el jefe del Jurídico del INAH – Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, aclaró que los guías de turistas perdieron el amparo, por lo que pidieron una revisión.

De acuerdo con el documento oficial V-910/2020 hay una “revisión en amparo” en torno a la denuncia interpuesta por Ronald David Burgos Mex y otros.

“Al ser asuntos en revisión de un juzgado federal, somos respetuosos de las decisiones que tome el Poder Judicial por lo que el INAH confía en la mejor resolución del juzgado respectivo y se procederá legalmente en consecuencia”, acotó el funcionario.

El INAH-Yucatán determinó a consecuencia del Covid-19, cerrar las puertas de Chichén Itzá el 20 de marzo de 2020, un antes del equinoccio de primavera, y reabrió el 22 de septiembre, aunque posteriormente volvió a cerrar debido a los ciclones Delta y Zeta.

Tras la reapertura de la ciudad precolombina, el INAH les anunció a los guías de turistas que no podía ofertar sus servicios dentro del sitio, como parte de las medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2) causante de la enfermedad Covid-19.

Debido a ello, nueve de ellos se molestaron e interpusieron un amparo, pero al perderlo solicitaron una revisión.

A pesar de ello, “a ninguno de ellos se les niega el derecho de paso cuando entran con grupos de turistas al sitio, lo único que no puede hace es ofertar sus servicio dentro de la zona arqueológica”, se explicó.

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