- “En el peor centro de esclavitud de todo el mundo”
VALLE NACIONAL, Oaxaca.- “Por norma, por protocolo, tengo que mantener la ventana arriba, pero llegando aquí ya no pude, porque la gente quiere la comunicación, quiere ser escuchada”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Camino a este lugar, desde Tuxtepec, la caravana en que viajaba se detuvo en varios momentos para que el jefe del Ejecutivo saludara a la gente que lo esperaba en el camino. Querían mostrarle sus demandas en carteles y mantas, o simplemente echarle porras.
Ya en esta población –que en 1909 John K. Turner consideró en su libro México Bárbaro como “el peor centro de esclavitud de todo México. Probablemente es el peor del mundo”– el Presidente inauguró la primera etapa de la sede de las universidades Benito Juárez, un “programa prioritario” de su gobierno. Se trata, por el momento, de unas cuantas aulas construidas en un terreno de cinco hectáreas donadas por el ejido.
Mientras López Obrador hablaba, una pequeña multitud lanzaba insultos y exigía una auditoría al presidente municipal, Reynaldo Magaña. Algunos otros pedían que Segalmex no suspenda la compra de maíz, pero la mayoría, según colegas locales, erán del grupo de una dirigente priísta de nombre Elvira Benítez.
Luego de que el jefe del Ejecutivo ingresó al lugar, los elementos de seguridad no pudieron contener a la pequeña multitud que echó abajo las vallas que acompañan los actos presidenciales.
La directora general de Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, Raquel Sosa Elízaga, se remontó a la historia de Valle Nacional y celebró acuerdos con la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social para la formación de médicos comunitarios.
Además de citar a Turner, la doctora en historia refirió una crónica que la periodista Carmen Lira, directora de La Jornada, escribió en un viaje a esta región y que fue recogida por Carlos Monsiváis en su antología A ustedes les consta.
En su turno, López Obrador se remitió también al México bárbaro: “Turner hace referencia a Valle Nacional y explica cómo enganchaban a los trabajadores, cómo los engañaban para traerlos aquí y endeudarlos de por vida, de modo que tenían que heredar esas deudas a sus hijos”.
Tras las referencias históricas, habló de los programas sociales de su gobierno en esta región, elogió el de universidades y a su directora (informó que ya están echadas a andar 140, muchas en rincones apartados del país).
Dedicó también unas palabras a la escuela que inauguró: “Es un sistema constructivo apegado a la región, lo que se requiere, lo que se necesita. Y un paisaje, repito, bellísimo”.
Eso está fuera de duda, igual que la estrechez de la escuela inaugurada, que exhibe unos cables improvisados que llevan electricidad y un camino de terracería que el alcalde no ha podido arreglar.
Por la mañana, el jefe del Ejecutivo había hecho entrega de instrumentos musicales para las tradicionales bandas de música en Tuxtepec, donde una orquesta de niños interpretó el himno de Oaxaca.
Por la tarde, cuando faltaba poco para que oscureciera, la caravana presidencial supervisó el programa Sembrando Vida en un municipio de la Sierra Norte.