- Por la presunta comisión de los delitos de terrorismo, sedición y conspiración
LA PAZ, Bolivia.- Jeanine Añez, la exmandataria golpista de Bolivia, fue detenida a primera hora de este sábado en el departamento de Beni, horas después de que se giró una orden de aprehensión en contra suya y de cinco de sus ex ministros.
Horas antes de ser detenida, Añez tuiteó: “La persecución política ha comenzado. El Movimiento al Socialismo (MAS, el partido del gobierno) ha decidido volver al estilo de la dictadura. Hay una denuncia con la que pretenden perseguirme”.
Más tarde se informó en un comunicado que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, llegaría esta madrugada a la ciudad de La Paz con la ex presidenta de facto.
Sus ex ministros de Energía, Rodrigo Guzmán, y de Justicia, Álvaro Coimbra, fueron detenidos ayer en la ciudad amazónica de Trinidad, capital del departamento del Beni, según transmisiones en vivo de varios medios. El canal oficial Bolivia TV afirmó que ambos fueron trasladados a la fiscalía de La Paz para prestar su declaración.
Cuando era detenido e introducido en el vehículo policial, Coimbra declaró: “Nosotros hemos dicho que nos vamos a poner a disposición de la ley siempre”.
Las órdenes fueron emitidas en el contexto de la causa por el golpe de Estado de noviembre de 2019, que derrocó al entonces mandatario Evo Morales. Áñez era senadora de oposición y asumió de facto la presidencia por un año tras la renuncia de Morales y su salida a México y luego a Argentina.
La disposición fiscal alcanza a los ex ministros de Gobierno, Arturo Murillo; de Defensa, Luis Fernando López; de Presidencia, Yerko Núñez; de Justicia, Álvaro Coimbra, y de Energía, Rodrigo Guzmán.
De acuerdo con la imputación formal de la fiscalía, que circula en redes sociales, se acusó a los ex funcionarios y Áñez por la presunta comisión de los delitos de terrorismo, sedición y conspiración. El fiscal encargado del caso, Omar Alcides Mejillones, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la medida.
Los ex ministros de Interior y Defensa salieron de Bolivia en noviembre pasado, y según la Interpol-Bolivia, se encuentran en Estados Unidos.
La fiscalía ordenó el jueves el arresto del ex comandante de las fuerzas armadas, general Williams Kaliman, y del ex jefe de la policía, Vladimir Yuri Calderón, por solicitar la renuncia de Morales, tras 14 años en el poder.
Kaliman, junto a su Estado Mayor, y el entonces comandante de la policía, Calderón, exigieron públicamente la renuncia del entonces mandatario cuando el país estaba sumido en un estallido social tras las elecciones, en las que venció Morales y que la oposición denunció como fraudulentas.
El primero no había sido detenido hasta este viernes y el segundo no fue hallado en su domicilio para asumir su defensa en un juicio por sedición y conspiración.
En una postura inédita, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), que enfrentó a las dictaduras militares en los años 70 y 80, apoyó a los jefes militares y policiales porque “salieron en defensa del pueblo”.
Morales, quien no se pronunció sobre las órdenes de captura, criticó a la APDHB, a la cual acusó de defender “el golpismo y la injusticia y ocultar las masacres que fueron condenadas por la Organización de Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y tantos organismos de derechos humanos en el mundo”.