Domingo 13 de abril de 2025.- Por vez primera en cuatro años, durante 2024, en el Estado se registró la incidencia más baja de suicidios, con 245 casos, distribuidos en 51 municipios, con una disminución de cerca del 30 por ciento, reveló la dirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
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Incluso, el ahorcamiento se mantiene como el método más utilizado para quitarse la vida, mientras que el resto utilizó un arma de fuego, el envenenamiento con sustancias química, y uno se lanzó al vacío.
Durante 2024, en el Estado fueron 245 las personas que escaparon por la puerta falsa, con un decremento del 28.15 por ciento con respecto a 2023, cuya suma fue de 341.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 33 años de registro, el máximo se registró en 2022, con 366 suicidios, seguido de 2023 con 341 caso, y 2021, con 340. Mientras que el mínimo ocurrió en 1994, con 67.
En esta ocasión, del total de casos, 209 fueron hombres que atentaron contra su vida, el 85.31 por ciento, y 36 mujeres, el 14.69 porcentual.
La información proporcionada por la SSY estableció que 230 personas optaron por el ahorcamiento, el 93.88 por ciento, 11 fue por envenenamiento con sustancias químicas; tres utilizaron un arma de fuego para arrancarse la vida, y uno se lanzó al vacío.

Por ende, el ahorcamiento es el método más utilizado en la entidad, además de que es el más eficaz.
Tan sólo en Mérida, fueron 94 las víctimas del autosacrificio, el 38.37por ciento, seguido de Kanasín, con 22 personas; Progreso, con 10 fallecidos, y cifra similar en Valladolid, el 4.08 porcentual.
El porcentaje acumulado en estos cuatro municipios es de 55.51, es decir, poco más de la mitad del total de casos.
Asimismo, con nueve casos está Ticul; ocho en Motul y Umán; siete en Tizimín; cinco en Hunucmá, y cuatro en Chemax, Cuzamá, Tekax y Timucuy.

Incluso, con tres suicidios está Akil, Halachó, Maxcanú, Sotuta, Tetiz y Tixkokob; con dos casos está Calotmul, Dzidzantún, Izamal, Sinanché, Tekit y Tepakán.
El resto son de Baca, Bokobá, Celestún, Cenotillo, Chumayel, Chocholá, Conkal, Dzemul, Dzilam González, Dzoncauich, Espita, Hoctún, Huhí, Kopomá, Muna, Oxkutzcab, Samahil Sacalum, Sucilá, Teabo, Tecoh, Tinum, Tixcacalcupul, Tixpeual, Tzucacab y Xocchel.
Lamentablemente, 11 de las víctimas eran menores de edad, de manera específica, siete varones y cuatro féminas.
En cuanto al rango de edad de los hoy occisos, 81 tenían entre 18 y 29 años; 63 entre 30 y 39 años; 50 entre 40 y 49 años; 20 entre 50 y 59 años; 12 entre 60 y 69 años; 11 entre 10 y 17 años; cuatro con más de 70 años, y en cifra similar no se especificó su edad.