• En Yucatán, primer congreso feminista del país y el segundo en Latinoamérica

MÉRIDA, Yucatán.- El Día Internacional de la Mujer tiene sus antecedentes en las múltiples manifestaciones a finales del siglo XIX y principios del XX de mujeres que reclamaban por sus derechos, en especial el derecho a voto, a la igualdad entre sexos y a mejores condiciones de trabajo; donde Yucatán tiene un lugar en la historia al realizarse el primer congreso feminista en el país y el segundo en Latinoamérica.

El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema ‘Pan y rosas’ para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil. Hubo unas 15 mil asistentes.

Tres años después, una tragedia removió conciencias. El 25 de marzo de 1911 ocurrió un incendio en una fábrica en Nueva York en el que un total de 123 mujeres, en su mayoría de origen inmigrante, perdieron la vida ya que la salida estaba bloqueada por el patrón para evitar robos. A raíz del suceso, las condiciones de las trabajadoras mejoraron.

Otro precedente en Europa tuvo lugar en 1910 cuando cientos de personas procedentes de 17 países se reunieron en Copenhague (Dinamarca) en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas para luchar por el sufragio femenino universal.

Allí fue donde la activista alemana, Clara Zetkin, proclamó la creación de un Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

Además, antes de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913, mientras que en el resto de Europa, las mujeres salieron a protestar por la guerra y para solidarizarse con las demás mujeres el 8 de marzo de 1914.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Día de la Mujer comenzó a celebrarse el 8-M en una gran mayoría de países a partir de 1975. Dos años más tarde fue reconocido de forma oficial por la ONU, en el año 1977.

Primer Congreso Feminista en Yucatán

YUCATÁN

Cabe señalar que en Yucatán, el 13 de enero de 1916 se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista en el teatro Peón Contreras de Mérida. Fue el primero en realizarse en México y el segundo en Latinoamérica. En 1910, en Argentina, realizaron el Primer Congreso Feminista Internacional, con delegadas extranjeras y nacionales, para tratar las mejoras sociales, la lucha por la paz, el acceso femenino a la educación superior y para expresarse en contra de la doble moral.

En Mérida, más de 600 delegadas de varias partes del país discutieron la liberación de la mujer del yugo de las tradiciones; los cambios en los planes de estudio de las primarias a fin de “prepararlas para la vida”; la obligación del Estado para fomentar artes y ocupaciones destinadas al sector femenino del país; así como las funciones públicas que podría desempeñar la mujer en cargos de elección popular.

Este congreso tuvo contribuciones relevantes al Código Civil y su influencia en la Ley de Relaciones Familiares, promulgada por Venustiano Carranza, el 9 de abril de 1917, como el concepto de igualdad jurídica de las mujeres a los hombres o de la emancipación de las mujeres a los 21 años de edad; permitir el divorcio absoluto y abrir el espacio del trabajo a las mujeres en la administración pública y en la educación normal, y con ello propiciar la educación superior.

Al referirse al acontecimiento, Jesús Silva Herzog afirmó “las conclusiones a que llegaron las mujeres yucatecas muestran el espíritu progresista de izquierda que predominaba en los sectores revolucionarios de aquella entidad. Yucatán fue sin disputa el estado más avanzado de la República en materia social”.

En esa entidad también fueron electas las primeras tres mujeres diputadas locales en nuestro país: Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche Barrera y Raquel Dzib Cícero.

Sin embargo, muchos de sus planteamientos se mantuvieron idénticos la primera mitad del siglo XX, y la mejor forma de honrar la memoria de esas mujeres es continuar avanzando en la conquista de la hoy llamada igualdad sustantiva.

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