La creación de sascaberas, como la de Xmatkuil, comisaría de Mérida, provocan un grave daño al medio ambiente así como a la salud humana, con la extracción de toneladas de material pétreo y derivados, afirmó el presidente de la asociación Maya Peninsular, Raúl Quiroz Moo.
Lo peor de todo, se vuelve en un problema eterno, ya que las profundas perforaciones están a nivel del manto freático y todo el material lítico es convertido en polvo y micropartículas, afectando a menores de edad y senescentes, causando a futuro enfermedades crónico-degenerativas.
Desafortunadamente, el empresario cuenta con el derecho de piso que les dio el Ayuntamiento de Mérida así como el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la desidia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Lamentó la falta de control de control de la contaminación con micropartículas que generan las cementeras, caleras, sascaberas, concreteras, criberas y sitios de extracción de material de construcción, establecidas en la entidad, cuya problemática se complica durante la temporada de nortes y frentes fríos.
Las familias más afectadas son las de Chocholá, Umán y Flamboyanes, comisaría de Progreso, así como de las colonias, fraccionamientos y unidades habitacionales del norte de Mérida, y ahora se sumarán las de Xmatkuil.
El entrevistado reconoció que numerosos especialistas coinciden sobre el grave daño que ocasionan las micropartículas y los funcionarios de las anteriores administraciones hicieron caso omiso a las recomendaciones.
Agregó que los afectados se organizan para solicitar una audiencia con el gobernador Joaquín Díaz Mena, para plantearle la situación que prevalece y la posible instalación de otras cementeras, y caleras.
reprobó la actitud de jueces y magistrados de apostar a favor de los empresarios, por lo que la ciudadanía queda sin el amparo de la Ley, tal como ocurre con las macrogranjas de Keken, al igual con las cementeras.
Incluso, la situación se complicará en breve, debido a que en el Polígono Industrial de Progreso se instalarán tres las cementeras, de las cuales, la Planta de Molienda de Cementos Fortaleza ya está en funcionamiento.
Quiroz Moo explicó que las cementeras y caleras emiten constantemente micropartículas que afectan a numerosas poblaciones ubicados a varios kilómetros a la redonda, mientras que las sascaberas y granjas, ocasionan un severo daño al frágil manto freático.
Finalmente, expresó que los vecinos de Progreso piden la intervención del Congreso del Estado para que las autoridades federales, estatales y municipales prohíban el funcionamiento de las empresas y les restituyan las tierras y el agua que son de su propiedad.
Durante años fueron ignorados y que “lo único que les han dado son negativas por parte de un juez de distrito”, concluyó.