El sincretismo religioso originado a consecuencia de la conquista militar y espiritual y la colonización de España durante los siglos XVI y XVII todavía prevalece en la Península de Yucatán, pues numerosas iglesias fueron construidas sobre basamentos precolombinos además que en las ceremonias agrícolas se pide la favorable intervención conjunta de santos y dioses mayas, afirmó el de la Universidad Estatal de Missouri, Estados Unidos, John F. Chuchiak IV.
Remarcó que los mayas mantuvieron una resistencia firme con tal de preservar su cultura, y la resiliencia se observa en Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Originalmente son numerosos los dioses que los mayas tenían, actualmente sólo han sobrevivido las deidades agrícolas, de la lluvia, el viento, los protectores de los montes y la milpa, principalmente.
Asimismo, “todos los santos fueron reinterpretados por el concepto maya, tanto de los frailes como de los autóctonos, y hoy en día, los gremios, las fiestas de pueblo y cofradías tienen vínculo de los dos puntos, de lo maya y el cristianismo”.
Ejemplificó el caso de San Juan Bautista, quien en México es patrono del agua y de las lluvias, y en la región lo vinculan con Chaac, dios maya de la lluvia.
También está el caso de San Miguel Arcángel, quien ahora es un santo conquistador y guerrillero, y lo relacionan con los cuatro chaques.
Otros santos de importancia son San Francisco de Asís y San Antonio Padua, mientras que la Virgen María tiene un papel importante como diosa de la tierra, y sus diversas advocaciones son milagrosas.
Reconoció que en muchas culturas de México, Jesús de Nazareth no tuvo un rol fundamental, a tal grado que “a Cristo le dan ritos agrícolas y no los rechaza, la dan ofrendas pero no garantiza que habrá buenas lluvias y cosechas, pero con los dioses antiguos si habrá prosperidad”.
En cuanto al sincretismo arquitectónico, los frailes mendicantes construyeron sus iglesias sobre los basamentos de los templos prehispánicos, acotó al mencionar el caso del convento de San Antonio de Padua, en Izamal; en Aké, comisaría de Tixkokob; en Dzibilchaltún, comisaría de Mérida, hay una capilla abierta, etc.
“Los franciscanos impusieron sus templos cristianos sobre los basamentos. Eso no es nuevo, en el Viejo Mundo, en la época romana, cuando conquistaron a los paganos, pusieron templos cristianos arriba de los templos de los dioses grecorromanos. Es algo que el cristianismo siempre ha hecho, el usurpar o conquistar espiritualmente lugares sagrados”, subrayó durante la entrevista concedida.