El estado de salud del comediante yucateco, Ricardo Andrés Baeza Urcelay, mejor conocido como “Taco de ojo”, es mejorable aunque aún está delicado, motivo por el cual dio una versión de lo ocurrido el pasado sábado 23, cuando en un lapso de cuatro minutos recibió 20 puñaladas, en diversas partes del cuerpo, por un par de sujetos que ya fueron detenidos y encarcelados.
Desde el nosocomio donde permanece hospitalizado dictó un comunicado, explicando lo que sucedió, pero sin dar detalles, para no entorpecer la investigación que se efectúa.
Amigos, Amigos comediantes, amigos influencers, prensa y, sobre todo, a mis seguidores: Soy Taco de Ojo. Aunque este mensaje no está escrito por mí. Porque estoy imposibilitado de usar las manos.
Lamento profundamente no haber podido comunicarme con ustedes anteriormente, pero mi estado de salud hasta hoy era crítico. Actualmente, aunque aún estoy en riesgo y delicado, me siento con la fuerza de dirigirme a ustedes, mi público.
Seré breve y sincero con ustedes para evitar toda especulación. Recibí siete puñaladas en el torso, pecho y abdomen, y por si fuera poco, mis brazos recibieron otras 13 aproximadamente, pues llegó un punto en el cual no podían contarse.
Agradezco con el corazón a todos los que me apoyaron con un mensaje de apoyo, una donación y lo más importante, una oración.
No puedo tocar el tema legal por respeto a la investigación, pero les prometo que escucharán la que viví de mis propios labios
Tuvieron que pasar cuatro días para que yo saliera de un estado sedado y se me autorizara a dar mi declaración a las autoridades y poder describir a la persona que me agredió, puesto que fui el único que lo vio durante cuatro minutos intentando arrebatarme la vida.
Prometo, apenas pase el peligro, esperando en Dios así sea, hacer una transmisión y como siempre ser totalmente transparente con ustedes.
Espero pronto hacerlos reír de nuevo y que esto se quede en una mala anécdota y un recuerdo horrible.
Actualmente me encuentro internado en la Clínica Mérida, puesto que no fui recibido en el (Instituto Mexicano del) Seguro Social por no ser derechohabiente. Agradezco de corazón a todos los doctores y enfermeros del seguro de Caucel y a los paramédicos de la policía, porque fueron parte importante de las personas que salvaron mi vida. Aclarar también que la Clínica Mérida fue el único hospital con la capacidad tanto de personal como de quirófano para atender todas y cada una de las heridas (arterias, nervios, tendones, músculos y órganos dañados), y dado mi estado es imposible hacer un traslado, porque está la incertidumbre de no poder soportarlo.
Apenas cuente con autorización legal para contar la historia, minuto a minuto de lo que pasó, prometo hacerlo.
Su amigo Taco de Ojo.