Tras la liberación y orientación de los 21 calderones de aletas cortas (Globicephala macrorhynchus) en la costa de Celestún, ninguno volvió a varar, reveló el responsable del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán (Picmmy), Raúl Díaz Gamboa, quien agregó que unos de ellos presentaban mordeduras provocadas por tiburón, mientras que otros, por una orca.
Recordó que el pasado martes 20, los guardaparques de la Reserva de la Biósfera Ría Celestún de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) reportaron el varamiento masivo en proceso de sobre unos delfines, y al constatar los hechos se detectó que eran ballenas piloto.
Explicó que en coordinación se procedió a evitar que encallen en la orilla, por lo que algunos ejemplares fueron orientados hacia aguas más profundas donde empezaron a alejarse de la costa lentamente y a reagruparse.
En tanto, un par de ellos quedaron rezagados y reincidieron en el varamiento, y al revisarlos se observaron heridas múltiples en proceso de cicatrización del tiburón cigarro (Isistius brasiliensis) que es común en aguas oceánicas del Golfo de México, así como heridas recientes provocadas por la mordida de una orca (Orcinus orca).
Sin embargo, estas heridas no eran de gravedad ni comprometían su vida, por lo que se les ayudó a regresar al mar y con el apoyo de una embarcación se les llevó a aguas profundas.
“Los 21 organismos fueron reintegrados a su hábitat y hasta ahora no hay reportes de que hayan vuelto a vararse, por lo que su liberación se considera exitosa”, acotó.
Señaló que los calderones pertenecen a la familia de los delfines, se alimentan principalmente de calamares en aguas oceánicas, forman grupos intradependientes y son habitantes comunes del Golfo de México.
Remarcó que “no es la primera vez que varan en Yucatán, y el registro anterior del varamiento de esta especie fue hace 24 años”.
Destacó el trabajando conjunto en la Red Estatal de Atención a Varamientos, por parte el equipo Picmmy de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Conanp y la Secretaría de Marina, así como de pescadores, lancheros y gente local de Celestún.