- Febrero podría superar el fatídico registro de enero
MÉRIDA, Yucatán.- Yucatán continúa en dos cifras el número de muertos por el Covid-19, al registrarse ayer 10 nuevos casos, con lo que se llegó a 400 defunciones reportadas tan solo en el mes y medio que va del año, con lo que febrero amenaza con ser uno de los meses más fatídicos desde que comenzó la pandemia.
Las críticas han abundado en diferentes sentidos, desde la incapacidad del gobierno para detener la movilidad social a pesar de las medidas restrictivas que lleva a cabo y de la sociedad por no cumplir las medidas impuestas para reducir el número de contagios, pero los datos oficiales son crudos, en los primeros 44 días del año, los casos registrados ya representan el 12.1 por ciento del total de fallecimientos desde la aparición de la pandemia en la entidad.
De continuar con el mismo ritmo de fallecimientos diarios, febrero podría superar el registro de enero pasado, por lo que será el cuarto más alto en casi un año.
El Covid-19 apareció en México el 27 de febrero del año en curso, y 16 días después, el 12 de marzo, se registró el primer caso en Yucatán, y 21 días después, el 3 de abril pasado, se reportó el fallecimiento de dos personas en la entidad.
Hasta ayer, la Secretaría de Salud de Yucatán reportó tres mil 303 defunciones, distribuidos a lo largo de 316 días; de las cuales 400 se registraron en este año, en 46 municipios yucatecos, siendo los 10 principales: Mérida, con 265 defunciones, el 62.75 por ciento; Motul con 16 y cuatro por ciento; Valladolid, con 14 y el 3.5; Progreso, con 13 y 2.7; Umán, con 10 y 2.5; Kanasín y Tekax, con ocho y dos, cada uno; Tizimín, con cinco y 1.25; y Dzidzantún y Homún, con tres casos, el 0.75 por ciento estatal, cada uno.
Este top ten tiene una carga acumulada del 82.75 por ciento de los casos a nivel estatal.
Entre las personas que perdieron la batalla este año, hay 14 foráneo, de diferentes entidades federativas, el. 3.5 por ciento.
Respecto a las tres mil 303 defunciones registradas desde que apareció el primer caso en Yucatán, la tasa de letalidad es del 10.56 por ciento, con respecto al total de casos registrados, y el índice de mortalidad de 142.32 casos por cada 100 mil habitantes; mientras que el récord diario de mortalidad, de 34 occisos, se estableció el pasado 22 de julio de 2020.
Del total, 601 carecían de antecedentes de enfermedades, el 18.19 por ciento, mientras que dos mil 702 tuvo al menos una comorbilidad, e incluso una persona resultó con seis simultáneas, un hombre de 67 años de edad, quien tenía hipertensión arterial sistémica, diabetes, obesidad, asma, tabaquismo y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
En Yucatán, los dos principales elementos que complican el estado de salud de un paciente con Covid-19 son la diabetes y la hipertensión, seguido de la obesidad y la insuficiencia renal crónica, entre otras patologías crónico-degenerativas.
En cuanto al género de los fallecidos, la SSY la reportado dos mil 65 hombres, el 62.5 por ciento, y mil 238 mujeres, el 37.5 porcentual. El rango de edad es de un mes a 99 años. De estos, mil 413 perdieron la vida en edad productiva, de 15 a 64 años de edad, el 42.8 por ciento.
CONTAGIOS
Respecto a las personas infectadas en Yucatán, a 338 días del primer caso ya suman 31 mil 275, con un rango de edad de un mes a 99 años.
Los datos de la SSY además revelan que la enfermedad tardó siete meses para estar presente en todo el Estado, pues Mérida fue el primer municipio en donde se registró la patología, el 12 de marzo de 2020, y Dzilam de Bravo fue el 106, cuyo caso se confirmó el 8 de octubre del mismo año.
Hasta hoy, la geografía de mortalidad sólo abarca 103 poblaciones, es decir, no hay occisos originarios de Chacsinkín, Quintana Roo y Tahdziú. El año abrió con cuatro poblaciones inmunes, pero se redujo a tres al registrarse hace poco el primer caso en Teya.
Hasta ayer, ya se recuperaron 27 mil 137 personas infectadas, el 86.77 por ciento del total, las cuales han dejado de ser un riesgo de contagio. Es decir, hay 631 activos, de los cuales 204 están internados en hospitales públicos y el resto en sus respectivos domicilios, ya que sus casos son leves.