En ese período se observaron lluvias por arriba del promedio sobre el noreste del país, en la región del Bajío, el centro-sur, el Golfo de México y la Península de Yucatán, debido al ingreso de cinco frentes fríos (13 al 17), dos de los cuales provocaron eventos de Norte, así como, a la presencia e interacción de canales de baja presión y de las corrientes en chorro subtropical y polar.
Las lluvias favorecieron la disminución de áreas con sequía en los estados de Durango, Zacatecas, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Puebla, Oaxaca, Veracruz y en la Península de Yucatán.
Al 15 de diciembre de 2023, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) a nivel nacional fue de 47.07 por ciento, es decir, 6.49 por ciento menor que lo cuantificado al 30 de noviembre del mismo año.
A 5.5 meses de la aparición de la treceava sequía de la región, en dos décadas, el área afectada aumentó en la región, presente actualmente en 47 municipios, cinco poblaciones menos en comparación con la quincena anterior.
Sin embargo, de continuar la problemática en la región se convertiría en una de las nueve más prolongadas.
Durante la segunda quincena de junio pasado apareció este fenómeno natural, la sequía moderada (D1) se detectó en 66 comunidades, y a partir de la segunda quincena de octubre prevalece la sequía severa (D2), de la cual ya se libró Calotmul, Dzilam de Bravo, Dzilam González, Espita y Sucilá.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México (MSM), la problemática actualmente, afecta el 10.7 por ciento de la extensión de la región, y predomina en 47 municipios, de los cuales, cuatro son de Campeche, uno de Quintana Roo y 42 de Yucatán.
En Campeche, la D1 afectó el 6.0 por ciento de la superficie, específicamente cuatro poblaciones, tal el caso de Calkiní, Hecelchakán, Tenabo y Dzibalché.
Mientras que en Quintana Roo la afectación abarca el 2.3 por ciento de la superficie, específicamente Lázaro Cárdenas, y el área lacerada por la D1 es del 1.6 por ciento, mientras que el 0.7 porcentual restante es de sequía severa (D2).
En Yucatán, la superficie dañada fue del 27.1 por ciento, afectando 42 comunidades, del cual, la DI prevalece en el 21.9 por ciento del área, y la D2 en el 5.2 porcentual restante, cuyas las secuelas se aprecian en Panabá, Río Lagartos, San Felipe y Tizimín.