• El olor corporal atrae a las personas

MÉRIDA, Yucatán.- Científicos mexicanos han descubierto que el flechazo de cupido se guía por el olor corporal, esa es la clave del enamoramiento, del lazo amoroso entre dos personas, reveló el especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Alonso Fernández Guasti.

 “Como si se tratara de huellas digitales, cada persona posee un aroma que la caracteriza, cuya función es atraer al otro”

ALONSO FERNÁNDEZ GUASTI

Destacó que las personas consideran que los síntomas característicos del proceso de enamoramiento son experimentar que el corazón se acelera, las pupilas se dilatan, sentir mariposas en el estómago y la falta de apetito. Pero un aspecto que no se toma en cuenta es la sudoración del otro, señal que está bajo el poder del olfato.

Comentó que por siglos se ha tratado de reprimir el olor corporal, pues el sudor es socialmente mal visto, pero no se toma en cuenta que el aroma expulsado por el cuerpo es la forma más utilizada tanto en humanos como en animales para identificar a la pareja en el plano sentimental, así como en el sexual.

El olor corporal, la base del enamoramiento

El especialista adscrito al Departamento de Farmacobiología del Cinvestav, habló de cómo una persona enamorada ve el mundo de otra manera, debido a que el amor altera al sistema simpático, el cual tiene como principal función la de preparar al organismo para responder con velocidad a la estimulación externa; es decir, a una reacción de parte del sistema nervioso.

Entre los mitos en torno a este sentimiento, la vista es el sentido que más se relaciona con el amor, y comúnmente a este sentido se le atribuye el “flechazo de Cupido”.

El lazo amoroso tiene una explicación bioquímica

Pero el lazo amoroso que surge entre dos personas tiene una explicación bioquímica y tal como lo explican investigaciones científicas, el olfato es señalado como el sentido más poderoso en cuanto a contacto sexual.

Alonso Fernández detalló que, si bien la vista es fundamental para sentirse atraído por una persona, el olfato resulta esencial en la aparición del amor.

El proceso bioquímico mediante el cual se establece el vínculo entre la pareja consiste en que el olfato detecta moléculas esparcidas en el aire, donde sensores nerviosos en el epitelio olfativo llevan la información al cerebro y éste con su memoria, reconoce el olor de la persona amada.

Debido al aroma del sudor y la memoria olfativa, es posible reconocer fácilmente a quién pertenece; es pertinente aclarar que en el periodo de la pubertad es cuando se expide un olor particular, activando un eje específico y mostrando la información sobre como el individuo ya se encuentra en una etapa sexualmente reproductiva.

“Como si se tratara de huellas digitales, cada persona posee un aroma que la caracteriza, cuya función es atraer al otro; sin embargo, es disfrazado y hasta cierto punto modificado por perfumes y desodorantes”

ALONSO FERNÁNDEZ GUASTI

Estos perfumes se mezclan con las sustancias segregadas por nuestro propio cuerpo, generando una identidad particular y eso es lo que asociamos con la persona amada, no es en sí la esencia pura, sino una mezcla que se identifica como el olor atractivo.

Se ha planteado el uso de perfumes con feromonas para facilitar el proceso de atracción; sin embargo, su utilidad sólo está relacionada con la mercadotecnia, pues hasta este momento se desconoce el olor de este tipo de feromonas, debido a que no existen estudios orientados a este ámbito.

Los perfumes se mezclan con las sustancias generadas por nuestro cuerpo

Las feromonas son sustancias químicas secretadas por los seres vivos, con el fin de provocar comportamientos específicos en otros individuos de la misma especie, en los animales sirven para comunicarse entre sí; y en la proximidad hombre-mujer están vinculadas a la atracción sexual. Estas son detectadas por la mucosa olfatoria, de ahí que, su óptima percepción dependa de la salud nasal.

Pero en caso de existir alguna obstrucción nasal o enfermedad respiratoria, aún no se sabe si esto afecte el proceso de enamoramiento, pues no hay estudios en humanos que así lo demuestren.

Sin embargo, en animales con lesiones en el bulbo olfatorio, se ha detectado la imposibilidad del desarrollo sexual, concluyó.

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