En Yucatán se registra un brote de leptospirosis, patología letal de tipo bacteriana transmitida a humanos a través de la orina de animales infectados, por lo que se ubica entre las cuatro entidades con mayor incidencia, e incluso, establece un récord histórico, con la mayor prevalencia en 11 años, reveló la Secretaría de Salud federal.
En lo que va del año, esta enfermedad de la pobreza está presente en 15 entidades federativas, y en el caso de la Península, hasta el momento no hay caso alguno en Campeche.
Desafortunadamente, hasta el momento no hay operativo de salud para la prevención, control y detección oportuna de la “patología olvidada”
Incluso, lamentablemente, hasta el momento no hay una cura en contra de la también denominada “enfermedad de la pobreza”, la cual, en lo que va del año está ausente en 17 estados del país.
En lo que va del año, en el país ya se registraron 98 casos confirmados, con un aumento del 38.03 por ciento con respecto al mismo período de 2021, cuya suma fue de 71, padecimiento que está ausente, por el momento, en 15 entidades federativas.
La mayor incidencia se registra en Sinaloa, con 27 casos, el 27.55 por ciento del total, seguido de Veracruz, con 20 confirmados, el 20.41 por ciento; Yucatán, con 11 infectados, el 11.22 por ciento, y Guerrero, con nueve contagiados, el 9.18 porcentual.
Por el momento, el incremento es de 266.67 por ciento superior a lo ocurrido el año anterior, cuyo total fue de tres.
De 2008 a la fecha, ningún infectado se detectó en 2010, 2012 y 2019, y la más alta sucede a partir de hoy, pues se desbancó a 2022, cuya suma fue de 10 contagiados.
En Quintana Roo hay tres positivos, y hasta el momento, la patología está ausente en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas.
La leptospirosis es una zoonosis, es decir, un mal transmitido de animales al hombre, cuyo tratamiento evita el fallecimiento de la persona infectada, pero se carece de una vacuna, aunque en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) se experimenta con una dosis que pueda prevenir la aparición del mal, pero el biológico aún permanece en trabajos de laboratorio.
La “enfermedad rezagada” provoca desde la incapacidad laboral hasta la muerte del infectado, problema de salud que es más frecuente en la población rural que en la urbana, donde ataca sobre todo a hombres, cuyas edades fluctúan en los 40 años.
El impacto de la leptospirosis va desde la incapacidad laboral hasta la muerte, e incluye afectaciones de tipo renal, hepático y respiratorio.
Resalta la dificultad que prevalece para el diagnóstico de éste mal, pues los síntomas suelen confundirse con el dengue hemorrágico y la rickettsiosis.
Las condiciones ambientales que prevalecen en la mayoría de países tropicales y subtropicales de América, como lluvias, desborde de aguas residuales, suelos no ácidos y altas temperaturas, favorecen la transmisión de la leptospirosis, afectando a numerosas especies animales, salvajes y domésticas, que son reservorio y fuente de infección para el hombre.
Los más afectados son los roedores salvajes, así como perros, vacas, cerdos, caballos y ovejas.
Los animales infectados eliminan el germen con la orina, contaminando terrenos y aguas, por lo que por lo general el hombre es un huésped terminal.
La mayor fuente de infección para el hombre la constituye la exposición directa a orina de esos animales o el contacto con agua y/o suelo contaminado, ya sea a través de actividades ocupacionales o recreativas.
Cabe resaltar que no puede haber salud humana si no hay salud animal, y ambas requieren de un ambiente sano y sustentable.

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