Martes 17 de junio de 2025.- El próximo viernes 20 se registrará el solsticio de verano, por lo que en por lo que en edificios de diversas ciudades prehispánicas se observará la alineación que marca el inicio de la estación, al mismo tiempo que es el día más largo del año con una duración superior a 13 horas, informó el astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa.
Detalló que el solsticio de verano acontecerá el próximo viernes 20, a las 21:41 horas, por lo que el Sol tendrá su máxima declinación al norte, correspondiente a 23 grados 26 minutos, concepto astronómico que los mayas utilizaron para marcar sus respectivos calendarios.
Asimismo, con motivo al solsticio de verano se registrarán fenómenos arqueoastronómicos en diversas ciudades precolombinas, principalmente en Chichén Itzá, Dzibilchaltún, y Oxkintok.

“Permitía un mayor aprovechamiento de la luz solar para sus actividades agrícolas además de la temporada de lluvias”, explicó.
Expresó que éste fenómeno natural marca la máxima declinación (acercamiento) del Sol hacia el norte, que es de 23º30’ de arco, es decir, “la Tierra estuvo totalmente inclinada y si la pudiéramos ver desde el espacio, tendría ese ángulo de inclinación”.
Salazar Gamboa indicó que las personas constatarán que el sol tiene su máxima declinación al norte, y es a partir de éste día cuando “el Sol queda detenido”, de ahí el nombre de solsticio, fenómeno con duración de dos a tres días.

“El Sol “prácticamente se detiene y no se puede desplazar más al norte”, al registrar su máxima declinación”, subrayó.
Expresó que el próximo viernes 20, el Sol saldrá a las 5:19 horas y se ocultará a las 18:43 horas, por lo que el día tendrá una duración de 13 horas con 24 minutos.
“La arqueoastronomía permitió contar con un calendario solar exacto al mismo tiempo el conocer las fechas más importantes para el desarrollo de cada una de las ciudades mayas de la región”, aseveró el académico emérito del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM).

Abundó que Chichén Itzá es ejemplo de ello, pues como uno de las principales ciudades mayas, en su momento, era importante contar con las herramientas necesarias para su mejor organización, el Sol fue mejor referente. Aunque también influyó la Luna, así como los planetas que se detectan a simple vista, en especial, Venus.
Resaltó que en 1997 descubrió un “nuevo fenómeno arqueoastronómico” que se observa en El Castillo de Chichén Itzá, el cual fue reconocido oficialmente por el INAH – Yucatán, el 22 de junio de 2007.
Aclaró que este suceso arqueoastronómico se registra en diversas zonas arqueológicas, y especificó que en el caso de El Castillo de Chichén Itzá, “lo descubrí en 1997 pero fue 10 años después se reconoció de manera oficial”.

En entrevista, abundó que “al amanecer, el costado Norte y Oriente del edificio precolombino queda iluminado, mientras que el lado Sur y Poniente quedan en obscuras”.
Salazar Gamboa explicó que la bisección de la pirámide se registra solamente en el amanecer, ya que en el caso del solsticio de invierno, ocurre al atardecer.
Comentó que una vez más se demuestra que “El Castillo de Chichén Itzá no se construyó al azar, ya que los sacerdotes astrónomos sabían exactamente el movimiento del Sol, así como de la Luna, e incluso, los planetas visibles, en especial, Venus.