El brote de tos ferina que prevalece en México repercute a Campeche y Yucatán, detectando ocho casos confirmados, el 6.67 del total registrado en el país, informó el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) de la Secretaría de Salud federal.
Hasta hoy, en la República Mexicana ya se detectaron 120 infectados, correspondientes a 21 entidades federativas, pues la enfermedad está ausente en Colima, Chiapas, Michoacán, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas.
La tos ferina es una infección respiratoria aguda altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis, la cual, en América, durante 2012, registró el mayor número de casos, con 72 mil 328 contagiados, cuya menor cifra sucedió en 2022, con tres mil 283 enfermos.

En el caso de México, a partir 2016 se registraba un comportamiento similar hasta que en 2019 el promedio fue de 900 casos confirmados por año, sin embargo, en el año 2020 a raíz de la pandemia por Covid-19, la vigilancia epidemiológica de tos ferina disminuyó, registrándose un decremento en la notificación de casos probables y confirmados.
Por ende, esta baja en la notificación se sostuvo hasta 2023 en el que se registraron 188 casos confirmados con una incidencia de 0.14 casos por cien mil habitantes, seguido de 463 casos confirmados en 2024, con una incidencia de 0.34 casos.
Hasta la SE 07 de 2025, se han registrado 120 casos confirmados con una incidencia de 0.08 casos por cien mil habitantes, distribuidos en 21 estados.

La mayor problemática ocurre en Nuevo León, con 24 contagiados, seguido de la Ciudad de México, con 13 infectados; Aguascalientes, con 11 enfermos, y Oaxaca, con 10 positivos.
Asimismo, el Estado de México, con ocho confirmados, Chihuahua, con siete afectados, Campeche, Hidalgo y Coahuila, con seis hospitalizados.
De igual forma, con cinco pacientes está Querétaro, con tres aquejados está Morelos, Tamaulipas, Guanajuato y Jalisco.
Mientras que con dos diagnosticados está Durango, Yucatán, San Luis Potosí, Baja California y Veracruz, y con un caso detectado, en Guerrero y Sonora.
El mecanismo de transmisión es mediante contacto directo con gotitas de las personas infectadas al toser o estornudar.
El periodo de incubación es de siete a 10 días y las manifestaciones clínicas pueden durar hasta seis u ocho semanas.
La sintomatología se clasifica en tres fases con respecto al tiempo de la enfermedad, la primera es la fase catarral, cuya duración es de una a dos semanas, caracterizada por un inicio insidioso con rinorrea, estornudos, lagrimeo y febrícula.
La fase paroxística tiene una duración entre cuatro a seis semanas, se presentan accesos de tos violentos, paroxísticos de predominio nocturno, acompañados de cianosis y fase de convalecencia, la cual puede durar varias semanas o meses con tos que cede gradualmente.