La anomalía está presente en todo el país, a excepción de Aguascalientes, y la mayor incidencia de muertes maternas se registra en el Estado de México, con 52 casos, seguido de Jalisco, con 48 defunciones, y la Ciudad de México, con 43.
El mayor número de las 135 embarazadas fallecidas que carecían de los servicios básicos de salud ocurrió en Jalisco, con 27 lamentables sucesos, 12 en el Estado de México, y 11 en Chihuahua.
Mientras que en Yucatán son ocho las defunciones maternas, de las cuales, cinco perdieron la vida en clínicas u hospitales de la SSY, una en un nosocomio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y las dos restantes carecían de seguridad pública o privada.
A nivel nacional, la razón de mortalidad materna calculada es de 26.0 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados, lo que representa una disminución del 4.5 por ciento en la razón respecto a la misma semana epidemiológica del año anterior.
Asimismo, las principales causas de defunción son las siguientes: Hemorragia obstétrica, el 17.8 por ciento; enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el puerperio, el 12.8 por ciento; aborto, el 8.8 por ciento, y complicaciones en el Embarazo, el 7.1 porcentual.