A partir del próximo 1 de octubre contará con ocho escoltas, dos vehículos y viáticos como vivienda, alimentos y sueldos para su séquito de guaruras, cuyos gastos serán a cargo del erario público.
Tras dar a conocer su estrategia personal de seguridad, de manera inmediata fueron numerosas las críticas en su contra, pues son numerosas las irregularidades que protagonizó durante su sexenio, pero sobre todo, el infundado temor viviendo en el Estado más seguro de México.
Al aprovechar que en el Congreso del Estado la mayoría es panista, Vila Dosal envió una iniciativa para la modificación de la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública en materia de Servicio de Escolta, la cual fue aprobada de manera inmediata.
La legisladora Fabiola Loeza Novelo criticó duramente esta reforma durante su intervención en la aprobación de la ley.
“Los que se la pasaban infundiendo miedo en el pasado proceso electoral ahora tienen miedo de vivir como simples ciudadanos; quieren tener escoltas durante un tiempo indefinido”, acotó.
La reforma modifica el primer párrafo del artículo 45 de la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública, eliminando la restricción de prorrogar la escolta indefinidamente en relación con los años de haber ejercido el cargo.
El principal beneficiado es el gobernador, seguido de los titulares de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y el director del Centro de Reinserción Social (Cereso), permitiéndoles tener escolta por más de 36 años.
La iniciativa también reforma el artículo 47, aumentando el número mínimo de escoltas a ocho, con dos vehículos y todos los viáticos pagados.
Es decir, el doble de elementos humanos y de recursos materiales y financieros, a costa del erario.