Tras el éxito registrado en Madrid, Quito, Caracas y la Ciudad de México, en Mérida se presenta la exposición “Color. El conocimiento de lo invisible”, en la cual se expone el conocimiento de los mayas precolombinos hasta el éxito de Guillermo González Camarena, así como los logros de Isaac Newton hasta su empleo en neurociencias y psicología.
Por vez primera, se empleo la luz del Sol es esta actividad para simular el fenómeno arqueoastronómico del Sol en el cenit, tal como se observa en la ciudad precolombina de Xochicalco, en Morelos.
El curador de la exposición, Miguel Ángel Delgado, guió a los medios de comunicación en el interior del Museo de la Luz, explicando gran parte del conocimiento que se tiene sobre el color, desde la historia, hasta su empleo en la física, astronomía, neurociencias, y psicología, así como en el desarrollo de nuevas tecnologías, destacando la labor de González Camarena al crear la televisión en color.


En conferencia de prensa se resaltó que la exposición pretende despertar la curiosidad del visitante y desmontar sus creencias a partir de cuestionamientos, al mismo tiempo que se presenta la información científica de manera amena.
La exposición de la Fundación Telefónica Movistar México muestra dos tesis: El color como ciencia y el color como emoción, en otras palabras, el color como como una realidad científica y comprobable, y el color como percepción individual.


El conocimiento de lo invisible fue concebida por sus curadores, María Santoyo y Miguel A. Delgado, para dar respuesta a la pregunta: ¿Qué son y cómo se crean los colores? Y demostrar que el color es un fenómeno físico, tecnológico, cultural y psicosocial cambiante, en constante evolución.
Primeramente, se cautivó a las personas de Madrid, España, posteriormente a las de Quito, Perú, y a las de Caracas, Venezuela, y de manera reciente a los de la Ciudad de México.
La muestra ahora está en la capital yucateca, y la innovación fue el utilizar el concepto de un periscopio para que la luz pueda entrar de manera vertical a un cuarto obscuro.


En esta ocasión, se incorporó la arqueoastronomía a esta exposición pues se emuló el acontecimiento que ocurre en Xochicalco, y aunque se explicó que este suceso ocurre una vez al año, en realidad se da dos veces al año.
Incluso, en ningún momento se mencionó que el fenómeno arqueoastronómico del Sol en el cenit también ocurre en el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún; en el observatorio solar de Acanceh; en El Caracol de Mayapán; en el Observatorio-Caracol y El Osario de Chichén Itzá, y en una estructura circular de Yaxunah.


Así como también en Teotihuacán, en el Estado de México, y Monte Albán, en Oaxaca.
A lo largo del año, en Yucatán se registra en dos ocasiones el fenómeno del Sol en el cenit, momento en el cual el astro está justamente sobre nuestras cabezas, motivo por el cual los objetos verticales no presentarán sombras, justo al mediodía.


El 22 de mayo ocurre en Uxmal y Oxkintok, el 23 de dicho mes en Chichén Itzá, y el 24, en Acanceh, Aké y Dzibilchaltún, mientras que el 18 de julio sucede en Acanceh, Aké y Dzibilchaltún, al día siguiente en Chichén Itzá, y el 20 de dicho mes, en Uxmal y Oxkintok.

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