Las fiestas decembrinas también generan quemaduras y traumas acústicos, e incluso, amputaciones, por lo que es necesario tener mucho cuidado para la música, pirotecnia y otros estímulos, en especial en niños menores de cinco años de edad, recomendaron especialistas.
Durante el desarrollo del denominado “Maratón Guadalupe-Reyes”, hay un aumento en el índice de personas que sufren quemaduras debido al mal manejo de productos elaborador con pólvora, al igual que hay problemas para los oídos y el trauma acústico
De acuerdo con la titular de la Jefatura de Prestaciones Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Flor Rodríguez Melo, los padres de familia deben extremar precauciones y, de preferencia, evitar el uso de fuegos artificiales en las celebraciones decembrinas.


Explicó que el objetivo es el de prevenir accidentes como quemaduras o amputaciones, principales causas de atención médica en urgencias pediátricas en estas fechas.
Indicó que cuando la población infantil llega a manipular fuegos pirotécnicos, se ven en gran riesgo de que ocurra una explosión en la mano o se produzca una quemadura que les ocasione lesiones con secuelas permanentes, de ahí la importancia a evitar que los niños utilicen las bombitas, petardos, voladores, tronadores, cohetes y demás fuegos artificiales.
Por su parte, la audióloga Catalina Bulla, especialista de GAES México, compañía multinacional líder en el sector de la corrección auditiva, explicó que se pueden realizar algunas acciones para cuidar el aparato auditivo y continuar disfrutando por mucho tiempo más de los sonidos de la vida, sobre todo en esta temporada, de manera saludable.


Remarcó que la contaminación acústica, es la segunda causa ambiental más dañina para la salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Hablando de esta época específicamente, la pirotecnia es uno de los factores a lo que podemos estar expuestos y que pueden ocasionar un trauma acústico ya que este tipo de sonido alcanzan niveles sonoros demasiado altos, sobre todo si estamos a menos de 100 metros de distancia”, acotó la entrevistada.
Definió el trauma acústico como un problema que se produce cuando una persona está expuesta a un ruido repentino o extremadamente alto como el de la pirotecnia o también si se está expuesto a ruidos prolongados.


La especialista advirtió que “esta situación lo que genera es un daño en el mecanismo auditivo del oído interno, específicamente en las células ciliadas, que son las encargadas de determinar qué tipo de sonidos estamos percibiendo en nuestro ambiente sonoro”.
Lamentablemente en estos casos, ya no hay nada que nos pueda regresar la audición normal, subrayó.
Mencionó que entre las acciones que se pueden realizar para evitar daño al oído, se encuentra regular el ruido al que está expuesto, como es el caso de la música proveniente de una bocina o audífonos.
La audióloga clínica expresó que en este caso, se recomienda estar muy cerca los aparatos de audio y evitar que el volumen esté muy alto.


“Si no podemos controlar de alguna manera el ruido, también podemos utilizar protección auditiva que reduzca el impacto, para generar parámetros normales. Si sabemos que vamos a estar expuestos, no permanecer más de ocho horas cerca de la fuente de sonido”, abundó.
En el caso de entornos laborales como construcciones o en industrias manufactureras, solicitar protectores auditivos (que se adquieren en las farmacias) que ayudan a impactar en menores niveles a nuestro oído interno”, detalló.
Aseveró que si bien todas las personas están expuesta al daño auditivo pero los niños menores de cinco años son lo que mayor riesgo de impacto presentan, por lo que recomendó en esta temporada de fiestas, cuidar de que no estén expuesto a sonidos muy fuertes.



Quemaduras

Rodríguez Melo llamó a madres y padres de familia a vigilar el uso de pirotecnia en todo momento, aunque lo mejor es abstenerse de comprar a sus hijos este tipo de artefactos explosivos.
Las quemaduras son muy delicadas, por tal motivo necesitan de un cuidado especializado. Estas heridas se clasifican en primero, segundo y tercer grado, según su extensión y profundidad, detalló.
Explicó que las quemaduras de primer grado son catalogadas como superficiales; las segundas son aquellas que dañan las capas de la piel y las terceras las que lesionan piel, músculo y hueso.


Por otro lado, el ruido que ocasionan los fuegos artificiales puede provocar lesiones auditivas, ya que el estallido alcanza hasta 190 decibeles, que es mucho más de lo que el oído puede soportar.
Los niños están más expuestos a este daño, ya que su sistema auditivo es más vulnerable, advirtió
Todos los juegos de pirotecnia conllevan riesgos, aun en manos de expertos, ya que con una pequeña chispa se puede prender fuego a la ropa o lastimar los ojos.
Para evitar riesgos, la especialista del Seguro Social recomendó restringir el uso de estos productos.


Sin embargo, en caso de decidir utilizarlos, deben ser manipulados por un adulto, además de adquirir los de fácil manejo y no vestir con prendas de poliéster, que tienden a encenderse con mayor facilidad.
Finalmente, exhortó a la población a no olvidar que la emergencia sanitaria por Covid-19 continúa, por lo que se debe seguir con las medidas de higiene y sana distancia durante la temporada decembrina.

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