Al momento de la muerte terrenal, los ángeles se convierten en el vínculo directo entre los hombres y Dios, cuyas representaciones artísticas de estos seres divinos son trascendentales en el Cementerio General de Mérida, por lo que se convierte es uno de los sitios más importantes para el estudio de la angelología.
Al mismo tiempo que revelan la devoción y creencias del occiso y sus familiares, también muestra la posición socioeconómica de los mismos, tanto por el tamaño de la imagen en especial y por el material utilizado, ya que los más valiosos son de mármol de Carrara.
Entre los más espectaculares está el arcángel Azrael, también conocido como el ángel de la muerte entre los judíos y los musulmanes, ya que para los católicos, hay otros seres celestiales que tienen los mismos atributos que el mencionado.
El especialista en antropología funeraria Limbergh Herrera Balam, destacó la importancia religiosa de Azrael dentro de las tres importantes creencias, y en especial, el artístico, pues el escultor plasmó los elementos que caracteriza a este personaje.
En la tumba de Arcantina Montero, fallecida el 23 de marzo de 1929, está la escultura más grande de Azrael, con una altura de poco más de un metro, y cuyas alas desplegadas son de cerca de metro y medio.
El ser angelical está sentada, su mano derecha está sobre la base de mármol, la cual le da el equilibrio correspondiente, mientras que la izquierda está a un costado de la columna cuadrada, agarrando unas flores. Al mismo tiempo que está descalzo.
“Azrael tiene características que lo diferencian de todos, la primera tiene la mirada perdida y su rostro no refleja sentimiento alguno, al mismo tiempo que tiene sus alas desplegadas, abiertas hacia sus costados”, explicó.
Consideró que es poco común su representación en esta necrópolis, ya que son dos los más abundantes, tal el caso del ángel silente, cuyas peculiaridades son un adulto parado cuyo brazo está encorvado y su dedo índice está cerca de su boca, por lo que promueve el silencio entre los presentes.
Al mismo tiempo, tiene la mano extendida hacia cielo, como “si señalara que en ese momento Dios está presente y dirá algo a favor del hoy occiso”.
Mientras que el segundo más común es el ángel orante, cuya estatua es un adulto quien tiene las manos juntas, cerca del pecho, ya que en ese momento está rezando por la persona que custodia.
El maestro en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y coordinador de la licenciatura de Arquitectura del Centro Universitario Interamericano (Inter), destacó la importancia de la angelología, el estudio de los ángeles, de sus nombres, su lugar en la jerarquía divina, su rol y su influencia.
Al menos para el cristianismo, los ángeles son seres asexuales, sin embargo, en una sección del camposanto, todos estos tienen atributos femeninos, desde su vestimenta, como su rostro, y su pecho, principalmente.
Mientras que en la sección infantil, la gran mayoría de los ángeles son niños, pero no se logra identificar su jerarquía.
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, los ángeles son seres espirituales e incorpóreos, y según la tradición, mientras más alta es su jerarquía, mayor es su cercanía a Dios y menor es el cuerpo físico que se le puede apreciar.
El especialista ejemplificó el caso de los serafines, querubines y tronos, integrantes de la primera jerarquía, los cuales aparecen en cuadros y algunas esculturas de vírgenes marianas, a quienes sólo se les aprecia su rostro.
Finalmente, reconoció que hasta el momento no hay un estudio angelológico relativo a los cementerios.