Yucatán se ubicó entre las tres entidades con la incidencia más altas de bebés con defectos al nacimiento por cada 100 mil Recién Nacidos Vivos (RNV), durante el primer semestre del año, y debido al incremento desbancó a Quintana Roo.
El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de los Defectos al Nacimiento (Svedan) informó que en 2022, el Estado terminó en el quinto lugar de la tabla nacional de prevalencia, con la detección de 69 casos.
De igual forma, de enero a junio de este año, la entidad superó a Quintana Roo, y más aún a Campeche.
De acuerdo con el Informe Trimestre del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento (Svedan), durante 2023 se notificaron mil 452 casos, con una incidencia de 138 casos por cada 100 mil RNV.
La mayor problemática se registra en Jalisco, con 193 casos, seguido de Ciudad de México, con 183, y el Estado de México, con 124.
En contraste, en Baja California Sur hay cuatro casos, cinco en Durango, y nueve en Campeche, Colima y Nayarit, respectivamente.
Mientras que Yucatán está en el noveno lugar, con 48 casos, y Quintana Roo, en el peldaño 17, con 29 neonatos.
La mayor tasa ocurre en Morelos, con 321.8, seguido de Jalisco, con 274.3, Yucatán, con 266.3, Ciudad de México, con 211.8. y Quintana Roo, con 200.6.


Al primer semestre de 2023, se observó un incremento del 26.1 por ciento y del 120.6 porcentual en comparación con lo reportado al mismo periodo de 2022 y 2021, respectivamente.
El Mielomeningocele continúa como el defecto del tubo neural más frecuente con una incidencia de 14.95 casos por cada 100 mil RNV, seguido por la anencefalia con 11.24.
En lo que respecta a los defectos craneofaciales, el Labio y Paladar Hendido sigue en primer lugar, con una incidencia de 50.3 casos por cada 100 mil RNV, superior a lo que reportan todos los DTN que se notifican al sistema.
Mientras que la displasia del desarrollo de la cadera presentó una incidencia de 4.7 casos.
De acuerdo con la dependencia de la Secretaría de Salud federal, el desarrollo de Defectos al Nacimiento puede depender de la combinación de diversos factores, incluyendo los factores genéticos, ambientales y el estilo de vida.
Asimismo, es fundamental enfatizar, reforzar y asegurar el consumo adecuado y oportuno del ácido fólico, que en los defectos más frecuentes se observa que las madres no lo consumen o lo realizan fuera del tiempo indicado.
Incluso, la adecuada ingesta de ácido fólico, favorece la reducción de estos defectos, lo que conlleva también a la disminución de los gastos generados de su atención inicial y la que deriva de la presentación de discapacidades.

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