Durante el pasado fin de semana, la Península de Yucatán fue impactada por una nube de polvo del Sahara, cuya concentración fue mínima, sin embargo, se pronostica para el transcurso de esta semana una segunda masa de partículas proveniente del desierto africano que a pesar que tendría un nivel bajo, abarcaría todo el país, anunció la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Asimismo, de acuerdo con Meteored, este fenómeno natural pasó por desapercibido en la región, en comparación con años anteriores, cuyas secuelas fueron notables.
La dependencia federal expresó que durante julio y agosto, grandes masas de polvo se desplazan desde el desierto del Sahara a través del océano Atlántico y llegan a México, principalmente afectando la Península de Yucatán.
La exposición al polvo del Sahara puede tener efectos negativos en la salud, como alergias, problemas respiratorios e irritación de garganta.
De igual forma, la inhalación prolongada de estas partículas puede provocar obstrucción nasal, picor en los ojos, tos, ataques de asma y dificultades respiratorias.
El Sahara, el desierto más extenso del mundo que abarca gran parte del norte de África y parte de 11 países, emite alrededor de 800 millones de toneladas de partículas a la atmósfera cada año.
El polvo del Sahara es transportado por vientos hacia el océano Atlántico, pudiendo cubrir un área equivalente a la de Estados Unidos y alcanzar alturas de entre mil 500 y seis mil metros.
Por lo pronto, hay una nube de polvo del Sahara que en breve ingresar al Mar Caribe, para luego impactar Centroamérica y el Golfo de México.
Según las estimaciones de la Conagua, la Península de Yucatán será la primera región afectada por el ingreso del polvo del Sahara.
Para la próxima semana, se espera que continúen ingresando pulsos de polvo con concentraciones bajas sobre el territorio mexicano.
De acuerdo con los datos proporcionados, es posible que otros estados como Veracruz, Tabasco, Tamaulipas y algunas zonas del centro y norte del país también se vean afectados por este fenómeno.
Si bien el polvo del Sahara ha estado llegando a Quintana Roo y Yucatán desde abril, se espera un aumento en su cantidad durante julio.
La Conagua aseguró que no representa un peligro directo para la población en México, sino que su impacto se refleja más en la cantidad de nubosidad y lluvias.
Para minimizar los efectos del polvo del Sahara, la Conagua recomendó evitar exponerse a altas concentraciones del mismo, buscar resguardo durante estos eventos, cerrar todas las entradas de aire a los espacios cerrados durante las tormentas y, en caso de ser necesario permanecer al aire libre, utilizar lentes y cubrebocas o pañuelo, especialmente para aquellas personas propensas a enfermedades respiratorias.