Los eventos hidrometerológicos extremos ponen en mayor riesgo la vulnerabilidad de Yucatán, ya que las fuertes marejadas deteriorarán la angosta franja costera, afectada por la erosión marina, provocando a futuro un inminente daño a los edificios aún en construcción, advirtieron especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
De acuerdo con el estudio “Evolución de la línea de costa de la península de Yucatán entre 1980 y 2019: potencial fuente de riesgo socionatural”, elaborado por académicos de la UAEM, en el cual se establece que la región “dada su posición geográfica y su relieve relativamente llano, está expuesta a fenómenos meteorológicos que históricamente han afectado su litoral”.
Al tiempo que los procesos de planeación urbana y de infraestructura litoral no son totalmente bien diseñados, por lo que la combinación de ambos factores (natural y antrópico) provocan un paulatino retroceso de la línea de costa.
El investigador William Martínez Rivera expresó que las áreas costeras son muy dinámicas y complejas con cambios que ocurren en distintas escalas de tiempo, que van desde segundos hasta millones de años.
“La frontera entre el mar y la tierra define la línea de costa, las perturbaciones naturales como el viento, las olas, corrientes, tormentas, huracanes, así como las acciones antropogénicas provocan cambios en ellas; siendo estas últimas de gran impacto debido a la construcción de obras tales como hoteles, carreteras, presas, muelles y otras, que inciden directamente en la migración y deposición de sedimentos en la línea litoral”, subrayó.
Comentó que entre las causas naturales más importantes mencionan la interacción de procesos climáticos, meteorológicos, hidrodinámicos y sedimentarios con la morfología costera, mientras que entre las antrópicas se refieren a la ocupación irregular, especialmente en la duna litoral, y la construcción desordenada de obras de protección.
Por su parte, Alexis Ordaz Hernández demostró que la combinación de factores naturales y antrópicos como son los eventos hidrometeorológicos entre los primeros y la inadecuada planeación territorial entre los segundos, provocan serios daños a la costa y al medio ambiente.
Abundó que al coincidir espacialmente con condiciones físicas, como la naturaleza de los sedimentos holocénicos de muy baja cohesión o la geomorfología y configuración de la costa, permiten inferir una condición de especial vulnerabilidad física.
Asimismo, Juan Carlos Garatachia Ramírez añadió que dada su ubicación geográfica, el régimen de lluvias durante el invierno en la Península de Yucatán está dominado por sistemas meteorológicos de latitudes medias, como ciclones y frentes fríos.
Resaltó que estos últimos, en muchas ocasiones provocan fuertes marejadas, que entre otros factores inciden notablemente en la morfodinámica de la línea de costas.
Entre los huracanes más intensos que afectaron la zona de estudio en los últimos 39 años están Gilberto, que afectó la región en 1988, así como, Isidoro, en 2002; Wilma, en 2005, e Ingrid, en 2013.
La situación se complica aún más cuando al año, son cerca de 40 los frentes fríos que se presenta en la temporada invernal, varios de los cuales impacta la región y generan la formación de nortes.