A tres semanas del registro de la boca de la antigua noria perteneciente al convento de San Antonio de Padua de Izamal, personal de la Subdirección de Arqueología Subacuática de la Península de Yucatán y el Centro INAH Yucatán, hallaron un pasadizo que conecta con este importante templo.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia presentó los resultados en la tercera semana de trabajos arqueológicos, los cuales permitieron conocer un complejo sistema para abastecer a la población de agua desde la época prehispánica hasta el siglo XX.
En las inmersiones realizadas en diversos pozos y cuerpos de agua de Izamal se recuperó material cerámico, metales y vidrio provenientes de diversas épocas.
Gracias a estos estudios se podrá comprender el crecimiento de la localidad y el uso de la infraestructura hidráulica de Izamal.
El Convento de San Antonio de Padua, ubicado en Izamal, fue el quinto convento construido en Yucatán, y actualmente es el único qué sigue en custodia de los franciscanos pertenecientes a la Provincia Franciscana de San Felipe de Jesús.
El complejo religioso es un monumento histórico propiedad federal y fue edificado entre 1549 y 1561.
Todos los trabajos arqueológicos se realizan con el apoyo de la Provincia Franciscana, la Arquidiócesis de Yucatán, así como de las autoridades municipales de Izamal y del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán.