En el primer trimestre del año, Quintana Roo y Yucatán se ubican entre las cuatro entidades con las incidencias más altas de bebés con defectos al nacimiento por cada 100 mil Recién Nacidos Vivos (RNV), reveló la Secretaría de Salud federal.
Incluso, tan sólo en Yucatán ya se detectaron 21 casos, de enero a marzo de este año, superando a Quintana Roo, y más aún a Campeche.
De acuerdo con el Informe Trimestre del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento (Svedan), durante 2023 se notificaron 665 casos, con una incidencia de 126.6 casos por cada 100 mil RNV.
La mayor problemática se registra en Jalisco, con 88 casos, seguido de Ciudad de México, con 80, y el Estado de México, con 59.
En contraste, en Baja California hay dos casos, tres en Campeche, cuatro en Durango, Nayarit y Tlaxcala, respectivamente.
Mientras que Yucatán está en el doceavo lugar, con 21 casos, y Quintana Roo, en el peldaño 15, con 17 neonatos.
La mayor tasa ocurre en Morelos, con 303.6, seguido de Jalisco, con 245.1, Quintana Roo, con 240.8, Yucatán, con 220, e Hidalgo, con 194.9.
Al primer trimestre de 2023, se observó un incremento del 50.7 por ciento y del 163.8 porcentual en comparación con lo reportado al mismo periodo de 2022 y 2021, respectivamente.
El Mielomeningocele continúa como el defecto del tubo neural más frecuente con una incidencia de 14.48 casos por cada 100 mil RNV, seguido por la anencefalia con 11.24.
En lo que respecta a los defectos craneofaciales el Labio y Paladar Hendido sigue en primer lugar, con una incidencia de 44.3 casos por cada 100 mil RNV, superior a lo que reportan todos los DTN que se notifican al sistema.
Mientras que la displasia del desarrollo de la cadera presentó una incidencia de 4.3 casos.
El desarrollo de Defectos al Nacimiento puede depender de la combinación de diversos factores, incluyendo los factores genéticos, ambientales y el estilo de vida.
Asimismo, es fundamental enfatizar, reforzar y asegurar el consumo adecuado y oportuno del ácido fólico, que en los defectos más frecuentes se observa que las madres no lo consumen o lo realizan fuera del tiempo indicado.
La adecuada ingesta de ácido fólico, favorece la reducción de estos defectos, lo que conlleva también a la disminución de los gastos generados de su atención inicial y la que deriva de la presentación de discapacidades.