México es el reservorio de maíz más grande del mundo, condición que está en grave riesgo debido a los transgénicos, advirtió la directora general del Sector Primario y Recursos Naturales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Adelita San Vicente Tello.
Asimismo, resaltó que ningún país consume alimentos genéticamente modificados dentro de su dieta cotidiana, por lo que se busca ser el primero en su tipo, motivo por el cual se pretende llegar a un acuerdo, como parte del Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México.
“Se trabaja en las consultas técnicas, y México da los elementos requeridos por Estados Unidos y Canadá, responder las preguntas para luego llegar un acuerdo, y emiten resultados, y para ello se tiene un período de seis meses”, acotó.
En México hay una gran variedad de maíz, por lo que el uso de transgénico pone en riesgo la diversidad.
Recordó que el presidente, Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto que establece el evitar que el maíz transgénico llegue a la tortilla y a la masa, que es el alimento cotidiano de los mexicanos.
También hay un decreto en torno al glifosato, con el cual se busca eliminarlo paulatinamente, proceso a cargo de tres dependencias, la Sader, la Semarnat y la Secretaría de Salud.
Afirmó que el mal uso de los plaguicidas en México es consecuencia de la falta de una ley que regule la actividad y evite serios daños a la salud humana y al sector agropecuario, en especial, a los apicultores,
Expresó que la fumigación aérea que prevalece en la Península de Yucatán ha afectado a más de tres mil colmenas de Campeche y Yucatán, por lo que especialistas realizan estudios para verificar las causas de la mortandad de miles de abejas, y con base a ello, deslindar responsabilidades.
Tras el reporte de incidente, hay una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Profepa) interpuesta por los apicultores, ante la pérdida registrada, quienes responsabilizana las actividades de fumigación aérea.
De tal manera, inspectores de la Profepa y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) visitaron los sembradíos y apiarios, en la búsqueda de las causas de esta mortandad, explicó durante la entrevista concedida en el Auditorio Manuel Cepeda Peraza de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).


Explicó que una de las líneas de investigación están los plaguicidas, por lo que personal de ambas dependencias toman muestras de las abejas muertas, y se hacen estudios para saber de que murieron los polinizadores.
“En las próximas semanas, la titular de la Semarnat, María Luisa Albores González, dará un resolutivo ante la problemática que prevalece en la región, relativo a la mortandad de las abejas.
En torno a los efectos causados a la miel, destacó que es competencia de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Cuestionada sobre la normatividad relacionada con los plaguicidas, afirmó que es un tema complejo que urge regular.
“La Semarnat trabaja sobre el tema, hay una iniciativa sobre los polinizadores, referente al cuidado de los polinizadores, en especial, las meliponas de la Península de Yucatán”, abundó en el marco de las Jornadas de Agroecología 2023, organizado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Casa de Estudios.
Reconoció que en México no hay una ley que regule los plaguicidas, sin embargo, hay numerosos reglamentos y una gran cantidad de normas, pero aún así es insuficiente el marco jurídico.
Recordó que en 2022 se trató de introducir algunos candados en la Ley de Plaguicidas, pero “es muy complejo, hay un debate en la Cámara de Senadores, y la iniciativa está detenida ya que es muy difícil de avanzar”.
“Pero, Semarnat trabaja en una norma para emitir criterios ambientales sobre las fumigaciones, en atención a los apicultores, cuya actividad está en riesgo con las fumigaciones con avionetas”, subrayó la funcionaria federal.
Señaló que se requiere de un nuevo marco jurídico en plaguicidas, por lo que se revisa normas y el reglamento para obtener una acorde a las necesidades de los trabajadores del sector agropecuario.

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