A partir de hoy, miércoles 19, en la Península de Yucatán se apreciaran dos lluvia de estrellas, la Líridas y Eta Acuárida, esperando observar hasta 30 meteoritos por hora, informó el astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa
Explicó que la mayor intensidad de la primera será del 21 al 22 de este mes y para la observación del segundo suceso será el próximo 8 de mayo.
Afirmó que “serán verdaderos espectáculos, sobre todo, que la atmósfera estará sin nubes debido a las condiciones que prevalece sobre la Península de Yucatán”.
Comentó que las Líridas se observarán del 16 al 30 del mes en curso, a partir de las 22 horas, y la mayor frecuencia se observará el viernes 21 y sábado 22, con un máximo de un meteorito cada tres minutos, en promedio.
Indicó que este fenómeno natural que aparece en la constelación de Lira es causado por el cometa Thatcher, también conocido como C/1861 G1, el cual es de largo período.
Aclaró que Líridas es una lluvia de mediana categoría, debido sólo se observarán 18 meteoritos por hora, pero aún así es un fenómeno astronómico interesante.
En el caso de la Eta Acuáridas, su período de observación es del 19 de abril al 28 de mayo, cuyo causante es el cometa Halley, cuyo reciente avistamiento data de 1986, por lo que tendrá una mayor intensidad, esperando observar hasta 30 estrellas fugaces, las cuales surcarán la bóveda celeste a una velocidad de 49 kilómetros por segundo.
Anunció que el próximo 8 de mayo será la cúspide del fenómeno, esperando observar hasta un meteorito cada dos minutos.
Destacó que en ocasiones hay partículas de piedra, hielo y/o metálicas que tienen varios centímetros de tamaño, las cuales atraviesan la atmósfera, dejando una estela con duración de varios segundos.
El académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), comentó que a lo largo del año hay unas 100 lluvias de estrellas, y las diez más copiosas son la Delta Acuáridas, Cuadrátidas, Gemínidas, Leonidas, Líridas, Oriónidas, Perseidas, Táuridas, etc, cuyo nombre deriva de la constelación en las que se aprecian.
Mencionó que “durante su viaje, un cometa deja pedazos hielo, metal y/o roca, los cuales quedan flotando y se mantienen girando alrededor del Sol, hasta que en un momento dado son atraídos por la gravedad de la Tierra.
“La lluvia de estrellas se debe a los trozos de residuo cometario que se mueve a lo largo de la órbita, de manera paralela, y al entrar a la atmósfera dejan trazos ardientes que parecen venir desde un punto radiante común en el cielo, en una constelación determinada”, acotó.
Aclaró que cuando la Tierra atraviesa esta nube de polvo cósmico, las partículas se “queman” al chocar con la atmósfera, lo que produce este espectáculo astronómico.
Recomendó a los observadores interesados a esperar que el cielo esté despejado, no exista contaminación lumínica, y lo mejor para ello es la costa o un lugar sin luz y fuera de la ciudad.
“Se podrá apreciar a plenitud cuando la vista se acostumbre a la obscuridad, por treinta minutos, aproximadamente, y sugirió ir acompañado por al menos dos personas, para tener una mayor cobertura de la bóveda celeste”, subrayó.

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