Con tecnología de punta, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia constatará la próxima semana la existencia de un posible daño ocasionado a la zona arqueológica de Xkipché, ante la engañosa publicidad promovida por la inmobiliaria Arkasas, informó el delegado del Centro INAH – Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas.
Por el momento, el INAH continúan con la elaboración del expediente en contra de esta empresa, con la posibilidad de aplicar una sanción por pretender vender un terreno con monumentos arqueológicos.
Afirmó que afortunadamente ya dejó de circular dicha propaganda, en redes sociales, e incluso, la propiedad dejó de estar en venta, como medida de protección de
Aclaró que la inmobiliaria sería acreedor a un apercibimiento por escrito o multa, debido al dolo cometido, con tal de vender el terreno ubicado en el Sur del Estado.
“Afortunadamente, no se logró la comercialización, ya que de concluir con la operación de compraventa, el delito sería mayor ya que dicha iniciativa privada habría incurrido en la comercialización y tráfico de monumentos arqueológicos”, acotó.
En conferencia de prensa reprobó que dicha inmobiliaria ofreciera monumentos arqueológicos en actos de comercio de terrenos, a sabienda que “el patrimonio nacional no está a la venta”.
Mencionó que “el realizar publicidad engañosa en la que se ofrezcan monumentos arqueológicos dentro del acto de comercio es ilegal, la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos prohíben la actividad, ya que el patrimonio es inalienable y no puede ser sujeto a actos comerciales”.
Entrevistado en la biblioteca del inmueble añadió que tras detectar la irregularidad, especialistas del INAH realizaron la inspección correspondiente a Xkipché, garantizó la salvaguarda del sitio, perteneciente a Santa Elena.
Chab Cárdenas señaló que ante tal incidente, la Guardia Nacional fue notificada, cuyos elementos realizaron inspecciones en el lugar, en coordinación con los especialistas del Centro INAH-Yucatán.
Al mismo tiempo, anunció que la próxima semana, especialistas de la dependencia federal acudirán al sitio, para realizar un vuelo lidar en el área, para verificar que no se han movido algún elemento arqueológico.
El funcionario federal indicó que a pesar que tiene características de suma importancia, el INAH no tiene previsto su aprovechamiento turístico, y “mientras no se altere o modifique el sitio, permanecerá cerrado al público”.
Tampoco se tiene previsto la expropiación de la zona arqueológica en ubicada en la antigua vía de Muna a Santa Elena, la cual tiene un área de amortiguamiento central de cuatro hectáreas, pero la superficie de influencia es de 19 has, que es parte del asentamiento prehispánico.
Expresó que en la traslación de dominio o compraventa se puede vender la propiedad pero no los monumentos arqueológicos, ya que son patrimonio de la nación.
Al igual que los monumentos históricos, los cenotes tampoco puede ser susceptible a actos de comercio, e incluso, están bajo el amparo del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Similar a la venta de un terreno con un cenote, se puede vender la tierra pero no un cenote ya que es propiedad de la nación, ya que es inalienable”, concluyó.

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