De manera puntual, Kin, dios maya del Sol, se presentó hoy, al amanecer, en Chichén Itzá, para protagonizar el cambio de estación y el inicio de la primavera, a pesar de los efectos .
Mientras que en Dzibilchaltún cerca de 200 personas acudieron para observar el fenómeno arqueoastronómico del equinoccio de primavera, pero sólo el 10 por ciento constató el ingreso de la deidad prehispánica por el Templo de las Siete Muñecas, ya que el resto optó por retirarse debido a los efectos del frente frío número 41, pues el cielo estaba completamente nublado.


Sólo por dos minutos, Kin venció a Chaac, deidad de la lluvia, ya que a las 6:43 horas se filtró entre una oquedad que se formó entre las nubes, por lo que los gnósticos presentes aprovecharon para cargarse de energía, mientras que otros aprovecharon para tomar fotos y videos.


Al menos en Dzibilchaltún, el sistema frontal impidió que los asistentes no observaran la salida del Sol, a las 6:01 horas, y conforme pasaban los minutos, las personas optaron por retirarse de manera paulatina.


Mientras que en Chichén Itzá, el amanecer fue espectacular, pues el cielo tenía pocas nubes, pero sólo el custodio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Antonio Keb Cetina, se percató de ello, y tomó fotografías.


Hoy se registró ya que el equinoccio, por definición sólo ocurrió en los países que están el ecuador terrestre.

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