En Yucatán aparece una nueva forma de droga, la cual, los jóvenes la denominada “reto clona”, ya que consiste en inhalar los gases emanados cuando la pastilla de clonazepam hace efervescencia al combinarse con un refresco de cola, afirmó el especialista del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Pedro Luis Arango Terrejón.
Advirtió que “da una experiencia euforizante que provoca notables cambios de conducta”, y lo peor de todo, se desconocen los efectos que tiene a mediano y largo plazo.
Remarcó la diferencia que hay con el reto viral de clonazepam de tiktok que puso en alerta una escuela de Veracruz, con la intoxicación de siete estudiantes, ocurrido en noviembre de 2022.
Estableció que la mayoría de los jóvenes atendidos han manifestado que empezaron a drogarse con marihuana, y ahora lo más consumido es el cristal.
Recientemente detectaron casos de jóvenes utilizan el “reto clona”, por lo que advirtió a los padres de familia a quienes se les prescribió la respectiva benzodiacepina a que no la deje al alcance de sus hijo, para evitar que se intoxiquen.
Al utilizarlo como droga, los jóvenes utilizan de dos a cuatro pastillas, las cuales ponen en la bebida gaseosa, y respira la combinación (química) que exhala hasta lograr su objetivo, expresó al remarcar que “los primeros efectos son los cambios de conducta, pero hace falta más estudios para saber los verdaderos daños”.
Remarcó que son numerosas las sustancias, tecnologías y drogas que llegaron para quedarse, y ejemplificó el caso de la marihuana, la cual provino de Asia.
Estableció que sin incluir el alcohol y el tabaco, en el Estado, los jóvenes empezaron a drogarse a partir de los 16.5 años de edad, y la sustancia más común es la marihuana, sin embargo, el tipo de enervantes varía según el estrato social.
“Mientras que los adolescentes y jóvenes del norte de Mérida prefieren la cocaína, los del sur le apuestan más a los inhalantes”, subrayó.
Al hablar sobre el cristal, aclaró la droga fue introducida por los migrantes yucatecos que estuvieron en Estados Unidos, hace cerca de siete años, y debido a lo barato y efectos, por lo que su consumo se consolidará en 2026 como la más consumida en Yucatán.
En el Estado, el cristal llegó entre 2014 y 2015 y los primeros casos se registraron en Oxkutzcab, Tekax y Ticul, los municipios de mayor expulsión de migrantes, y eran ellos mismos los que la elaboraban para su consumo personal, y luego para su distribución, hasta que llegó a Mérida.
Arango Terrejón comentó que el cristal es más consumido por las personas con orientación sexual diferente, ya que tiene efectos relajantes esqueleto-musculares, así como de los esfínteres, por lo que los consumidores tienen la euforia para tener relaciones sexuales.