Durante 2022, el aumento de la esperanza de vida de los yucatecos provocó que se duplicaran los casos de Alzheimer y Parkinson, al detectar 285 casos de estas patologías, las cuales, hasta el momento son incurables pero controlables, destacó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Jorge Efraín Salazar Ceballos.
Las dos principales enfermedades neurológicas tienden a la alza, debido a que la población yucateca es cada vez más longeva.
Asimismo, es notable la diferencia de género, ya que el Parkinson afecta más a los hombres, mientras que el Alzheimer, a las mujeres.
De acuerdo con el médico neurológico adscrito al Hospital General Regional 1 (HGR), el Parkinson es un trastorno del sistema nervioso central que no es curable, afecta el movimiento y suele ocasionar temblores, principalmente, en las manos, tanto en hombres como en mujeres a partir de los 55 años de edad.
Aclaró que se puede controlar y reducir los síntomas con un adecuado tratamiento y seguimiento médico, y así lograr mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Es por eso, que en Yucatán brinda algunas recomendaciones y orientación sobre este trastorno”, acotó.
Explicó que este padecimiento también se caracteriza por la pérdida de las funciones motoras, rigidez en el cuerpo, pérdida de la flexibilidad de las extremidades y, en ocasiones, los pacientes pueden presentar dolores, lentitud de movimientos, así como temblores incontrolables en momentos de reposo.
Ante dichos síntomas, agregó, es importante acudir al médico para poder ser valorado, tener un diagnóstico certero y tratamiento, pues no todo temblor necesariamente es una señal de Parkinson, debido a que en ocasiones puede ser un efecto de problemas tiroideos, renales, del hígado o incluso una reacción por el uso de ciertos fármacos, como antidepresivos o aquellos que son para la circulación.
Destacó que aún no se conocen las causas exactas que lo originan; sin embargo, se asocia a factores genéticos, ambientales, del envejecimiento y apoptosis (muerte celular programada).
A pesar que es un padecimiento que no se cura; con un adecuado tratamiento y seguimiento médico puede controlarse, reducirse síntomas y evitar mayores complicaciones y así lograr que el paciente tenga una mejor vida.
En el caso del mal de Alzheimer es un trastorno degenerativo en las personas de edad avanzada, específicamente una demencia incurable causante de la pérdida de memoria y frecuentemente, la demencia, sobre todo a partir de los 60 años de edad.
Tal problemática afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje, disminuyendo la habilidad de las personas para recordar, razonar y comunicarse.
Al inicio sólo hay alteración del conocimiento y la memoria, a medida que progresa, se presentan déficits emocionales como agitación, agresividad, intolerancia al estrés, disminución del apetito; motores como rigidez y lentificación.
Ésta enfermedad es neurológica, degenerativa, progresiva e irreversible, es hasta el momento incurable y puede ser tan grave que el paciente olvide cubrir sus necesidades primordiales como ir al baño o comer.
Asimismo, no respeta clase social, género, grupo étnico ni situación geográfica, por lo que cualquiera la puede padecer durante la tercera edad.