El Poder Judicial se convierte en el enemigo de la salud de los yucatecos, al favorecer al sector empresarial ante la reapertura de granjas porcícolas así como al solapar la contaminación que generan las cementeras, caleras, sascaberas, concreteras, criberas y sitios de extracción de material de construcción.
Desafortunadanamente, la empresa cementera ubicada en el Polígono Industrial de Progreso inició sin autorización alguna la ampliación de sus instalaciones, lo que provocará una mayor emanación de micropartículas que afectará la salud de los pobladores de este municipio así como del norte de Mérida.
Vecinos de San Crisanto, comisaría de Progreso, lamentaron la situación que prevalece, ya que la obra no estaba contemplada en el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) al mismo tiempo que provoca un daño a la flora y fauna de la región.
Lo peor de todo, la empresa cementera hace caso omiso al amparo interpuesto en 2019, a consecuencia de los contaminantes que emite.
Junto con vecinos de Umán lamentaron la desidia de las autoridades judiciales del Estado ya que hasta el momento siguen detenidas las denuncias y amparos en contra de las empresas cementeras, cuya generación de micropartículas provocan serios daños a la salud de las personas.


Al respecto, el presidente de la asociación Maya Peninsular, Raúl Quiroz Moo, reprobó la actitud de jueces y magistrados de apostar a favor de los empresarios, por lo que la ciudadanía queda sin el amparo de la Ley, tal como ocurre con las macrogranjas de Keken, al igual con las cementeras.
Aseveró que las cementeras, caleras, sascaberas, concreteras, criberas y sitios de extracción de material de construcción son un foco de contaminación ya que la respiración de micropartículas que estas emiten provocan la aparición de diversas enfermedades pulmonares así como padecimientos crónicos que afectan a niños y senescentes de Mérida, Progreso y Umán, principalmente.
El entrevistado advirtió que la problemática empeora durante la temporada invernal, ya que el viento de los nortes y los frentes fríos transportarán los contaminantes hacia Mérida, afectando a los habitantes de las colonias y fraccionamientos del Norte de la ciudad.
Incluso, la situación se complicará en breve, debido a que en el Polígono Industrial de Progreso se instalarán tres las cementeras, de las cuales, la Planta de Molienda de Cementos Fortaleza ya está en funcionamiento.
Expresó que “si con una planta cementera se prevén serios problemas en la población de Progreso y Mérida, con tres la situación será peor”,
Quiroz Moo remarcó que a pesar de las advertencias, con bases a estudios científicos, hasta el momento, ninguna autoridad gubernamental ha tomado interés sobre la problemática, mucho menos los jueces y magistrados.
Las cementeras y caleras emiten constantemente micropartículas que afectan a numerosas poblaciones ubicados a varios kilómetros a la redonda, mientras que las sascaberas y granjas, ocasionan un severo daño al frágil manto freático, subrayó.
Ante la situación que prevalece, Quiroz Moo anunció que se preparan más amparos para evitar la instalación y puesta en funcionamiento de nuevas cementeras, caleras y asfalteras, así como de bancos de materiales para construcción, para evitar un mayor deterioro de la calidad de vida de los yucatecos.
Incluso, lamentó que estén en funcionamiento cementeras y caleras en Progreso, Umán y Mérida, mientras que en todo el Estado, son cientos los bancos de materiales que existen, muchos de los cuales, están abandonados, por lo que representan un serio daño al medio ambiente.
Debido a ello, se asesoran jurídicamente para evitar su instalación en Yucatán, ya que ante todo se busca el bienestar del medio ambiente y la salud de las familias viven aledañas a los terrenos donde estarían dichas empresas.
“Se preparan amparos para evitar la aparición de cementeras, caleras y asfalteras, así como de bancos de materiales pétreo, las cuales hacen mucho daño”, acotó.

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