Al reprobar la desidia política del gobierno del Estado, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, afirmó que los tres días que ha durado la protesta de los ejidatarios, artesanos, ambulantes y guías de turistas de Chichén Itzá, a la zona arqueológica han dejado de acudir cerca de 21 mil turistas, con una pérdida económica de cerca de ocho millones de pesos.
Asimismo, debido a que los manifestantes les niegan el acceso carretero, las pérdidas económicas se vuelven cuantiosas, ya que este lapso, se han cancelado 60 reservaciones de hoteles, aseveró el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, Juan José Martín Pacheco.
Incluso, los restaurantes carecen de comensales, las diversas tiendas ya no tienen el mismo dinamismo, por lo que la actividad en Pisté, comisaría de Tinum, ha decaída de manera drástica.
Lo peor de todo, los inconformes se niegan a participar en una mesa de diálogo que estableció la dependencia, ya que hasta el momento, el gobierno del Estado nada ha manifestado al respecto.
Hoy, resultó fallida la toma de las instalaciones del Centro INAH-Yucatán, por parte de los ejidatarios inconformes, aunque amenazaron con intentarlo mañana.
El funcionario federal afirmó que “el INAH enfrenta solo este conflicto, ya que el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del Estado de Yucatán (Cultur) así como la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) se niegan a intervenir, a pesar que el primera es la encargada del Parador Turístico y la segunda es la dependencia que regula a los guías de turistas”.
Incluso, cabe destacar el cierre carretero y la fallida toma de las instalaciones del Centro INAH-Yucatán es organizada por la Central Independiente de Obreros, Agrícolas y Campesinos (Cioac) de Yucatán, cuyo secretario general es Tonatiuh Villanueva Caltempa, quien es titular del Consejo Estatal de Población (Coespo).
En conferencia de prensa expresó que del lunes 2 al miércoles 4 sólo se recepcionó a 200 visitantes, cuando el promedio diario de arribo a la capital de los itzáes es de siete mil paseantes.
Expresó que todos ellos acudieron caminando, pues los informes impiden la afluencia vehicular a la ciudad precolombina.
Refutó todas las denuncias que hay en su contra, las cuales tildó de “difamaciones y calumnias hechas en mi contra por hacer bien las cosas, por llevar un control total del sitio, por salvaguardar el patrimonio cultura y por impedir que la problemática sigua en aumento”.
Recordó que cuando tomó posesión del cargo director de la zona arqueológica, en 2014, “me percaté que el caso de los artesanos y vendedores es una gran y añeja problemática”, situación que logró controlar al efectuar un censo y acreditar a los 674 responsables de los puestos de titulares”.
Los acreditados no ocupan el respectivo puesto al grado de vender o rentar el espacio que les fue asignado, acotó.
Aseveró que son numerosas las anomalías que cometen, y ejemplificó el acoso al turista con tal de que les compren sus productos, la mayoría de ellos son souvenirs, y muy poca artesanía.
“En un principio, era un solo grupo de artesanos y vendedores, actualmente son tres agrupaciones, y entre sí mismos se encargan de dividirse”, subrayó.
A diario, se generan 2.5 toneladas de residuos sólidos, y la gran mayoría lo generan los hoy inconformes, a quienes ya se les pidió que lleven su comida en topers y dejen de utilizar material de plástico, unicel y envases PET.
A dos de ellos se les detectó consumiendo drogas en el sitio, por lo que se les impidió el acceso, además que puso operativos para evitar la venta de estupefacientes en la zona arqueológica, ante las numerosas denuncias que hay por parte de los visitantes, a quienes les ofrecen diversos tipos de drogas.
Santos Ramírez aseveró que no tolerará el trabajo infantil en la ciudad prehispánica, como era la costumbre de los hoy inconformes, ya que utilizaban a los niños como enganchadores y acosadores de turistas.
En cuanto a los guías de turistas, expresó que en un principio eran 150, distribuidos en dos agrupaciones, pero recientemente aumentó de manera exponencial su número, estos últimos se instalan en las afueras con tal de captar a grupos de paseantes.
Reconoció que piden su destitución, pero les advirtió “me puedo ir mañana, ya que tengo un cargo público, pero los que vienen harán las mismas acciones”.
Al respecto, el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, Juan José Martín Pacheco, manifestó que los prestadores de servicios turísticos del Oriente del Estado ya resienten los efectos de la protesta.
En el caso de los hoteleros, hasta ayer, llevan 60 habitaciones canceladas de turistas que contrataron hospedaje en los establecimientos ubicados cerca de Pisté, donde está asentada la zona arqueológica.
Sin embargo, los perjuicios se extienden a restaurantes, guías de turistas y artesanos que son ajenos a los intereses de los manifestantes que bloquean la carretera federal libre Pisté-Valladolid.
En redes sociales se propaga de que foráneos cobran 100 pesos para trasladar a los paseantes a la zona arqueológica de Ek’Balam ante la imposibilidad de que los turistas cumplan sus recorridos programados en Chichén Itzá.