La mujer que el pasado 20 de noviembre escaló El Castillo de Chichén Itzá sería denunciada penalmente, por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia realiza una investigación para evaluar el daño patrimonial que causó, anunció el encargado del despacho del Centro INAH-Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas.
Informó que en este año se han presentado cinco casos donde las personas cruzan el acordonamiento de seguridad y suben de dos a tres escalones para tomarse una foto.
Explicó que cuando ocurre un incidente como el sucedido cuando una mujer, de 29 años de edad, originaria de Mexicali, Baja California, quien incumplió la prohibición de acceder a la escalinata poniente del Templo de Kukulcán, la dependencia federal realiza dos tipos de procedimiento, administrativo y de responsabilidades.
Remarcó que el primero se efectuó, por lo que se le puso una multa de cinco mil pesos, mientras que la segunda está en proceso, pues se está en el plazo de 90 días, como marca la ley, para determinar la sanción a imponer a la fémina.
Aseveró que tal suceso “no representó una afecta en la operación de la zona, ya que no puso en riesgo la labor del INAH, es decir, fue un incidente controlado”.
Comentó que el INAH cuenta con un protocolo de seguridad cuando una persona accede a un espacio público cerrado, en este caso, a la escalinata del también conocido Templo de Kukulcán.
Para ello, el custodio no puede forcejear con la persona que trepó al inmueble resguardado, para la protección de la integridad de ambos.
De tal manera, se espera a que la persona comience con el descenso para actuar, para no poner en riesgo la vida de la persona ni la del custodio, y luego se le pone a disposición de la autoridad.
Es decir, se aplica el artículo 55 de la ley federal de Monumentos Históricos y Zonas Arqueológicas, en la cual se determina el tipo de sanción, pues puede ser un apercibimiento, un exhorto o una multa, dependiendo de la gravedad del caso así como del daño al patrimonio.