A tres semanas de la aparición de la variante específica del sublinaje de Ómicron BW.1 de Covid-19, ésta fue bautizada como Xibalbá, en alusión al inframundo maya, ya que el 93.68 por ciento de los primeros casos reportados son de la Península de Yucatán.
Es decir, la gran mayoría de estos primeros casos de BW.1 son autóctonos, además que es un sublinaje de BA.5.6.2, sin embargo al momento no son consideradas subvariantes de Omicron bajo monitoreo por la OMS.
El nombre de este sublinaje de Ómicron fue establecido por el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rodrigo García López, quien afirmó que se trata de una nueva subvariante del virus de SARS-CoV-2, cuya mayoría de casos está en el sureste del país.
De acuerdo con “Reporte de vigilancia genómica del virus SARS-CoV-2 en México. Distribución nacional y estatal de variantes al 07 de noviembre de 2022”, hubo 21 casos de la variante específica del sublinaje de Ómicron BQ.1 están distribuidos en siete estados, mientras que los 95 de la BW.1, están en seis entidades federativas.
La subvariante BQ.1 y la BQ.1.1 son denominadas como “perro del infierno”, en referencia al Cancerbero de Hades, un monstruo de tres cabezas cuya misión era proteger las puertas del inframundo griego, para evitar que los muertos salieran de ahí así como la entrada de personas vivas.
Ahora, a la sublinaje BW.1 se le denominó como Xibalbá, el reporte de vigilancia genómica del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), del total de casos, 85 son de Yucatán, cuatro de Campeche, dos de Tabasco, cifra similar del Estado de México, y el resto, de la Ciudad de México y Nuevo León.
Mientras que la Cancerbero, del total de casos, nueve son de la Ciudad de México, cuatro de Yucatán, dos del Estado de México, Nuevo León y Baja California Norte, respectivamente, mientras que el resto, de Chiapas y Querétaro.