Deficiente labor de policía cibernética, ante pornografía

En Yucatán hacen falta mejores herramientas para prevenir, detectar, sancionar y acabar las redes de venta de paquetes de fotografías y/o videos de alumnas de educación superior, debido a que es un problema de tratas presente en las universidades públicas y privadas de la entidad, afirmó la titular de la organización estudiantil “UADY sin acoso”, Rosa Cruz Pech.
Reconoció la labor del personal de la Unidad Especializada en Delitos Cibernéticos de la Fiscalía General del Estado (FGE), sin embargo llevan más de tres años sin poder detener la presencia de la página pornográfica “Packs de México”.
Asimismo, el pasado lunes 9 se registró un revés, ya que la sanción aplicada a los ciberacosadores fue invalidada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), debido a que dicho artículo del Código Penal de Yucatán viola el principio de legalidad en su vertiente de taxatividad, ya que su definición es imprecisa.
Reconoció que la violencia digital es compleja, y lo peor de todo, “apenas se habla de ello”, por lo que urge concientizar a la población de los daños que ocasionan, en especial, a las víctimas.
Afirmó que en los espacios universitarios es común la creación de redes de consumo de paquetes o lotes de fotografías y/o videos de jóvenes, denominados packs.
“El compartir las fotografías de las jóvenes universitarias es una práctica común en universidades, como lo es en la Anáhuac, la Marista, la Modelo, y la Autónoma de Yucatán”, acotó.
Para revertir la problemática, es necesario atacarla desde la prevención, pues de lo contrario, “se podrá cerrar una red pero se abrirán dos más en el Estado”, subrayó la entrevistada.
Remarcó que son numerosas las páginas electrónicas y redes que constantemente vende material, y para eliminarlas hay que tomar en cuenta que “sin consumidor, no hay venta”.
Abundó que las personas comercializan este material “no saben el daño que le hacen a las víctimas”, de ahí la labor de la asociación “UADY sin acoso” al orientar a la afectada y hacerle ver que el culpable es el que se aprovechó de las circunstancias para difundir las fotos y/o videos.
“Hay un trabajo enorme, y a las jóvenes víctimas de la violencia digital se les dio un apoyo emocional”, añadió.