Para revertir la pobreza que prevalece y garantizará la autosuficiencia alimentaria del país, México debe suspender el pago de la deuda externa, coincidieron especialistas, al establecer que en esta ocasión, tan sólo por concepto de interés se pagará cerca de 860 mil millones de pesos.
Incluso, se descartó la fuga de capitales y el desinterés por invertir en México, ya que al contar con recursos propios se podrá invertir en la autosuficiencia nacional.
En la historia reciente, Argentina y Ecuador han dado el ejemplo, y México, en cuatro ocasiones suspendió los pagos, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador debe de tomar la decisión idónea.
El portavoz de la red internacional del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (Cadtm), Éric Toussaint, afirmó que la suspensión del pago de la deuda externa de México es posible, debido a su crecimiento así como por las contradicciones que prevalecen entre las grandes potencias, en especial, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China.
“Todo ello da un mejor margen de maniobra, para tomar iniciativas soberanas fuertes”, expresó el economista belga.
Para lograr la suspensión del pago de la deuda externa, “lo que falta es la voluntad política y la presión de la opinión pública, de los movimientos populares, a favor de aprovechar la situación favorable que actualmente tiene México”.
Por su parte, Benito Mirón Lince, indicó que actualmente, la deuda de México asciende a 13.3 billones de pesos, y sin pedir un nuevo crédito, la deuda aumenta de manera notable.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el aumento fue de cinco billones de pesos y a la mitad de la administración de AMLO es de 2.5 billones de pesos, y al concluir, se superará el monto del período anterior.
En este año, todos los programas sociales de gobierno, las pensiones, becas, así como el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, entre otros, tienen un techo financiero de 480 mil millones de pesos, y tan sólo el pago del servicio de la deuda, que no es un abono para reducir el empréstito, será 860 mil millones de pesos.
Al hablar sobre el Fobaproa, en 2000, la deuda fue de 500 mil millones de pesos, y a 22 años de pagos ininterrumpidos, el monto asciende a un billón, es decir, se duplicó.
“Es el mismo escenario a nivel internacional, pagas, pagas y pagas y nunca reduces el concepto deuda y el dinero se va en el servicio de la misma”, subrayó durante la conferencia de prensa que sustentaron en conocido hotel del Centro Histórico de Mérida.
Garantizó que con la suspensión del pago de la deuda, “los grandes inversionistas no tienen porque retirar su dinero, hasta el momento no se ha dado un caso similar de fuga de capital”.
“Es falso que se vaya los capitales, es un mito, es un temor que nos han infundado, hay que atreverse, la lucha por la soberanía de un país no es regalada, hay que entrar en el juego de competencia de fuerzas, del estira y encoge, y México tiene todo para salir adelante”, subrayó.
Asimismo, Éric Toussaint agregó que desde el punto de vista histórico, el problema de la deuda se resolvió con el Benemérito de las Américas, Benito Pablo Juárez García, así como con el presidente Lázaro Cárdenas, por lo que se tiene la oportunidad de lograrlo de nueva cuenta.
Tras analizar las posibilidades de México para declarar la suspensión del pago se observó que se tiene todas las oportunidades a su favor.
El especialista resaltó que con la suspensión del pago se tendría recursos para responder a las necesidades prioritarias del país.
“El pago de la deuda interna y externa representa un gasto muy elevado para el presupuesto público, por lo que en caso de suspenderlo se ahorraría mucho y se invertiría con la priorización de gastos sociales, proyectos en el campo, etc, para ello se requiere de un cambio de modelo que permita al pueblo mexicano la satisfacción de sus necesidades”, subrayó.
Añadió que el país debe de aprovechar una “ventana histórica para actuar de manera soberana”, ya que con el alto precio del petróleo y la contradicción interimperialista, esta última entre el capitalismo chino, el ruso y el estadounidense, México podría tomar acciones para nacionalizar y socializar servicios públicos como la electricidad, su sistema financiero y de producción.
Consideró que en general, la economía del mundo están en una coyuntura que exhibe las carencias del “modelo neoliberal implementado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, pues además de una veintena de países que están en default parcial en el pago de su deuda, hay varios más que están al borde de esta situación.
Ejemplificó el caso de Ucrania, “que tiene una deuda con el FMI de más de 15 mil millones de dólares y como no está en condición de reembolsar dada la guerra, se logró un acuerdo con el Banco Mundial para darle un crédito de ocho mil millones de dólares para mantener los pagos”.
Advirtió la existencia de “todos los elementos de una crisis fuerte están reunidos, pero todavía no explotó una nueva crisis de pago de deuda”.
Todo depende de cómo se muevan los bancos centrales de Estados Unidos y la Unión Europea, pero igual habrá una salida de capitales y varias economías endeudadas con la pandemia podrían desestabilizar, consideró.