Con el uso del canabidiol, uno de los componentes de la marihuana, las personas con epilepsia resistente a medicamentos tienen una mejor calidad de vida al recibir tratamiento, afirmó la especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Luisa Rocha Arrieta, al descartar adicción alguna a dicho compuesto.
Resaltó que en todo momento se analiza los efectos benéficos del canabidiol en pacientes con epilepsia de difícil control.
Consideró como un problema importante de la epilepsia a los pacientes que a pesar de tomar fármacos contra la enfermedad no se controlan y siguen teniendo crisis, eso se conoce como epilepsia farmacorresistente.
Expresó que esta condición resulta en un problema social, económico y de salud muy importante, porque los pacientes no trabajan, no tienen vida social o son estigmatizados al no saber en qué momento se les va a presentar una crisis.
Comentó que existen diversas estrategias para controlar la epilepsia farmacorresistente, una de ellas es un procedimiento quirúrgico; es decir, remover la parte del cerebro dañada.
Sin embargo, esa cirugía es costosa y no todos los pacientes son candidatos, acotó la estudiosa.
Enunció que existen otras estrategias como la neuromodulación, también con altos costos y aún no muy bien establecida. Por ello es necesario buscar otras alternativas terapéuticas.
Abundó que analizar el uso de la mariguana con fines médicos desde una óptica científica es el objetivo de su investigación.
La especialista del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav desarrolla diversos estudios para analizar los efectos benéficos que puede producir el cannabidiol, uno de los 600 componentes de la mariguana, en pacientes con epilepsia farmacorresistente.
“Recientemente se ha considerado que el cannabidol puede ser una terapia farmacológica para controlar la epilepsia famacorresistente. Se sugiere que puede aplicarse en varios tipos de epilepsia, pero solo es realmente efectiva para las llamadas epilepsias de difícil control, donde el paciente presenta hasta cien crisis al día”, explicó.
Aseveró que al recibir el cannabidiol, las crisis disminuyen en frecuencia y severidad, lo que representa cierta mejoría para la calidad de vida de los pacientes, aunque no de manera óptima para considerar al tratamiento funcional.
“No todas las epilepsias son farmacorresistentes, por lo que la idea es identificar en cuáles se pueden aplicar los derivados de la mariguana”, subrayó.
Rocha Arrieta añadió que el cannabidiol es una sustancia que no genera efectos psicoactivos, razón por la cual los investigadores lo analizan para su posible aplicación en diferentes tipos de epilepsia farmacorresistente.
“Se ha observado que si produce beneficios en ciertos casos, aunque en otros puede inducir efectos secundarios importantes, al grado que, en lugar de disminuir las crisis, las aumenta”, reconoció.
Enfatizó que el protocolo de investigación emplea dos modelos: uno animal (rata) y otro con muestras de tejido cerebral humano, donadas por pacientes sometidos a cirugía de epilepsia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
“Trabajamos con especialistas que hacen cirugía de epilepsia en pacientes a quienes se les remueve la parte dañada del cerebro y la donan para emplearla en ensayos y hacer pruebas con este tipo de sustancias, con el objetivo de observar si es posible que tengan algún efecto benéfico”, expuso.
El cannabidiol sí tiene algunos efectos beneficios en un tipo de epilepsia que provoca crisis generalizadas, garantizó al destacar el bienestar de los pacientes.
En este momento los expertos del Cinvestav trabajan en modelo animales, pero una vez que comprueben que funciona se puede llevar al humano, siempre y cuando aseguren que no produce efectos secundarios.
Más allá de lo controversial que puede resultar el uso de la mariguana con fines médicos, desde una óptica científica es necesario y benéfico continuar con su estudio, pero se requiere de mayor discusión para saber cómo realizar los análisis que lleven a conclusiones importantes, consideró.
Adicionalmente, es importante obtener nuevos fármacos que no sean costosos, de fácil acceso y con características conocidas, lo que permitirá que los pacientes tengan epilepsia controlada y una mejor calidad de vida.