Escultura histórica de piedra caliza, con una antigüedad de más de dos siglos, fue devuelta para su preservación por la familia Molina Casares al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), evento efectuado en el marco de las actividades por el 40 aniversario de la Declaratoria de Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Mérida, Yucatán
La obra lítica de vocación religiosa dataría del siglo XVIII, acto presidido por el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, quien destacó la importancia de la recuperación de dicho Patrimonio Cultural de Yucatán.
El logro se realizó en el marco de las actividades por el 40 aniversario de la Declaratoria de Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Mérida, Yucatán, cuyo Decreto Presidencial data de 1982 y que ha permitido que el Centro Histórico de Mérida, se conserve.
El bien histórico se encontraba en el predio número 331 de la calle 60 entre calles 33-A y 35 del Centro Histórico de Mérida, Yucatán, conocido como El Pinar, y fue adquirida por la familia a mediados del siglo XX, para decorar los jardines de la casona histórica.
La escultura proviene de algún conjunto histórico desaparecido de la Ciudad de Mérida, como lo fue, la extinta Ciudadela de San Benito o el antiguo Templo de San Cristóbal, demolidos en el siglo XIX.


Prieto Hernández preciso “que la Secretaria de Cultura del Gobierno de México, agradece a la familia Molina Casares, la entrega voluntaria de dicho bien cultural, lo que permitirá al INAH continuar incrementando los acervos históricos de Yucatán, para la recuperación de la memoria histórica de México y para el fortalecimiento de la identidad nacional”.
La escultura de piedra caliza de vocación religiosa, representa un personaje masculino, que lleva en la mano un niño y en la otra una pequeña flor, cuyas dimensiones son de 148 centímetros de alto, 48 centímetros de profundidad y 76 centímetros de ancho con un peso aproximado de 400 kilogramos y fue embalado por personal especializado del Área de Museografía del INAH Yucatán.
El acto protocolario de la entrega recepción de dicho bien cultural también estuvo presidida por el director del Centro INAH – Yucatán, Eduardo López Calzada, y por parte de los donantes estaban Mario Arturo Sebastián y Juan Francisco Molina Casares, así como Allan Molina Álvarez y Miguel Ángel Jorge Jorge.
Durante el evento, el Ayuntamiento de Mérida fungió como testigo del significativo rescate, mismo que fue representado por el director de Desarrollo Urbano, Federico Sauri Molina, y la subdirectora de Patrimonio Cultural, Laura Sáenz Cetina.
De conformidad a los artículos 5, 35 y 36 fracción I de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, este tipo de Monumento Histórico Muebles, se encuentran protegidos por el Gobierno Federal, puesto que constituyen Patrimonio Cultural Nacional.




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