En este año, en el Estado, la pandemia de Covid-19 provocó el cierre de cinco granjas acuícolas, y seis más están a punto de dejar la actividad, debido a la falta de recursos, advirtió el presidente de la Asociación Tilapia Yucatán, Juan José Basto Cabrera.
Destacó que a 14 años de existencia, la actividad mantuvo un constante crecimiento, sin embargo, la aparición del nuevo coronavirus provocó diversos problemas, el no abastecer su mercado, el cierre de granjas y una baja producción.
En conferencia de prensa afirmó que la necesidad más urgente es la de maximizar las unidades de producción, pues “varios socios han cerrado y el resto están en búsqueda de capital. Estamos conscientes de que no hay fondo perdido ni apoyos, por lo que busca recursos a través de instancias financieras, como organismos no gubernamentales, que se sumen para activar el sector”.
Indicó que el objetivo a corto plazo es sacar adelante las unidades establecidas en la entidad, las cuales se van para abajo, y aprovechar que en mayo 2022, Yucatán será sede del evento mundial del sector acuícola.
En el Estado hay cerca de 55 productores, de los cuales, 45 están confirmados y la asociación que preside cuenta con el respaldo de 40 productores, los cuales son de Baca, Dzilam de Bravo, Kanasín, Kinchil, Halachó, Maní, Mérida, Seyé, Sinanché, Temax, Tetiz, Ticul, Tzucacab, y Valladolid.
Reconoció que por el momento, ya cerraron cinco unidades, y hay seis que están en proceso de abandonar la actividad, a los cuales les pidió que “aguanten un poco más, pues prevén un repunte en la producción, y para ello requieren apoyo, pues por falta de producción nacional, se tendrán demanda en todo 2022”.
Recordó que en 2007 se formalizaron como asociación, y en 2008 “fue el primer año que se reportó oficialmente producción en el Estado”, con 45 toneladas generadas en siete unidades de producción.


Añadió que la producción en 2019 fue de cerca de 700 toneladas, al año siguiente se reportaron 710 toneladas, con 14 unidades de producción, cifra que disminuirá en 2021, ante el cierre de granjas registrado en el tercer trimestre.
El año pasado, igual que otros sectores, el nuestro sufrió el peor año por el Covid-19, pues a nivel nacional, hubo semáforo rojo una quincena antes Semana Santa, la cual es la temporada de buenas ventas, añadió.
Basto Cabrera abundó que del total de producción, cerca de 500 toneladas se envía a Quintana Roo, específicamente en Cancún, y Playa del Carmen, entre otros puntos, pero esta vez, el mercado fue abastecido por Chiapas y Tabasco.
Las 200 toneladas restantes, es para abastecer el mercado de Yucatán, tanto en pie de granja y en algunos puntos en el Estado, en especial, en Mérida se destina la mayor producción, e incluso, hay cinco puntos de venta.
Resaltó la importancia de ampliar la producción en la entidad, en especial, los municipios con problemas de desnutrición crónica.
“Se busca que la mayoría de la producción sea para la venta en el Estado, pero entre los yucatecos no hay la costumbre del consumo de tilapia, por la falta de difusión, tanto de las unidades como de las instituciones gubernamentales”, acotó.
Con la buena divulgación del producto, dijo, en dos años la tilapia estaría en muchas mesas de los yucatecos, quienes aprovecharán el valor proteico del producto.
En Mérida se destina la mayor producción obtenida en el Estado, y en los cinco puntos de venta se comercializa cerca de 200 kilos a la semana.
Actualmente, “hay un movimiento notable en comparación con hace cinco años que para nada se consumía, la meta es llegar a los demás municipios donde más se necesite el valor proteínico”.
El pasado 30 de noviembre fue el Día Mundial de la Acuacultura, por lo que se pretende establecer una fecha local, para los productores acuícola yucatecos, concluyó.

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