Al menos en Yucatán, los perros detectores de esta enfermedad de rápida transmisión se convierten en una herramienta rápida y preliminar para el control de la pandemia, con una efectividad superior al 90 por ciento, afirmó el especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).


Indicó que una forma de enfrentar la pandemia por el nuevo coronavirus es aplicar diversos métodos de diagnóstico como son las pruebas inmunológicas (de antígenos o anticuerpos) y moleculares (reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real o RT-PCR), las cuales resultan costosas.


Por ende, es necesario tener otras opciones que sean confiables, rápidas y baratas, en especial en lugares con grandes concentraciones de personas.


Comentó que un grupo de investigación del Cinvestav – Mérida trabaja en caracterizar y aislar los compuestos volátiles, que se convierten en vapores o gases, presentes en el sudor de personas positivas a Covid-19, con el fin de desarrollar una formulación que permita entrenar de manera más eficiente a los perros empleados para la detección de la enfermedad en México.


“Los perros son capaces de detectar en cuestión de segundos si una persona tiene covid-19, lo que los vuelve una alternativa costeable para ser utilizados en industrias, centros comerciales, aeropuertos o en eventos deportivos a donde acudan muchas personas”, acotó.


Vidal Martínez expresó que los investigadores de la Unidad Mérida, en colaboración con Juan Mancilla Tapia, maestro en antropología y director de la Escuela Canina Obi-K19, ubicada en Hermosillo, Sonora, realizan este estudio como parte de un Proyecto de Fronteras de la Ciencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que además de analizar los compuestos del sudor, se pone a los perros entrenados a olfatear las muestras y a hacer detecciones en personas que sospechan ser positivas a la enfermedad.


Destacó que los datos obtenidos señalan que los perros tienen un porcentaje de acierto de 71 a 85 para identificar casos positivos de Covid-19 a partir de muestras de sudor, que es mayor al límite máximo de detección de las pruebas de antígeno, del 72 porcentual.
Sin embargo, al identificar y aislar los compuestos volátiles presentes en el sudor de personas con Covid-19, se pueden adicionar al producto utilizado para el entrenamiento de los caninos y conseguir una efectividad de 90 por ciento o mayor, explicó el investigador.
Además, se encontró que los perros entrenados en la escuela Obi-K19 son capaces de identificar en personas la infección por el nuevo coronavirus hasta tres días antes de que sea detectada a través de los métodos diagnósticos y aparezcan los primeros síntomas, por lo que podría ser de mayor ayuda el uso de los caninos para evitar la propagación de la enfermedad.
En cuanto a los compuestos volátiles, el objetivo es analizar 200 muestras de sudor (de axilas, cuello, brazos y manos), una mitad correspondiente a casos negativos y la otra a positivos, esto a fin de obtener el patrón de quienes están enfermos de Covid-19 y compararlo con el de gente sana.
Hasta el momento se han recolectado y estudiado alrededor de 50 muestras en las que se encontraron ácidos grasos, carbohidratos, sebo y compuestos relacionados con el colesterol que podrían ser empleados en la nueva formulación.
La metodología de la investigación consiste en tomar muestras nasofaríngeas para hacer una prueba RT-PCR y comprobar si se trata de un caso positivo o negativo a covid-19. También, se colecta sudor con gasas, el cual, de acuerdo con la literatura científica, en caso de ser de personas enfermas no representa un riesgo de infección para humanos o los perros.
Una parte de las muestras de sudor son colocadas en envases especiales y se analizan en el cromatógrafo de gases. Este aparato calienta la muestra y detecta los iones presentes; la información se compara con la de una base de datos, lo cual permite saber de qué compuestos se trata.
La otra mitad de gasas con sudor, tanto de personas que resultaron positivas como negativas a la enfermedad, son depositadas en saleros de acero inoxidable para que los caninos procedan a olfatearlas y los investigadores registren el porcentaje de efectividad respecto de la detección.
Para las pruebas con personas, se forma una fila integrada por individuos sanos y quienes sospechan estar enfermos, cuando los perros detectan un caso positivo cambian de comportamiento, por ejemplo, se sientan y el manejador reconoce estas señales.
Si dos caninos coinciden en la detección se recomienda hacer una prueba RT-PCR a fin de confirmar el resultado, concluyó.

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