En el segundo cuatrimestre del año, en Yucatán, la ola de suicidios se mantiene a la alza, al superar en cerca de 23 por ciento la cifra registrada en el mismo período de 2020, revelaron dependencias del gobierno del Estado.
Desafortunadamente, la problemática se registra en 42 municipios, cinco más con respecto a julio pasado, y del total de casos, dos de cada cinco ocurrieron en Mérida.
Un total de 160 suicidios se registraron en el Estado, durante los primeros ocho meses del año, con un aumento del 23.1 por ciento, con respecto al mismo período de 2020.
En lo que va del año, entre los casos más impactantes resalta la doctora que se quitó la vida en el Centro de Salud de Tahdziú, así como del quincuagenario que se hizo el “hara kiri” con un machete.
También destacan una persona que se quitó la vida en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida y dos en la cárcel pública, además que un par se suicidaron en hoteles.
En agosto destacó el matrimonio que decidió salir por la puerta falta ante los numerosos problemas de pareja que tenía, ocurrido en Pedregales de Tanlum, así como un sexagenario que ingirió herbicida para dejar de sufrir de los dolores del cáncer.
De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) y la Fiscalía General del Estado (FGE), en los primeros ocho meses del año ya se registraron 160 personas que decidieron por salir por la puerta falsa, incidentes registrados en 42 municipios.
Asimismo, en promedio, se registraron dos casos cada tres días, y de cada 10 personas que decidieron salir por la puerta falsa, nueve optaron por el ahorcamiento.
Con respecto al género, de cada cinco personas que perdieron la vida debido a la mortal lesión auto infligida intencionalmente, una fue mujer, y la mayoría de los casos fueron por la vía del ahorcamiento.
La conducta de autodaño mensual se distribuyó en 25 casos en marzo, 23 corresponden a mayo, 22 de julio, 20 enero y abril, respectivamente, así como 18 son de febrero y agosto, cada uno, y 14 de junio.
El aumento es del 23.1 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, cuando la suma fue de 103.
Asimismo, del total de personas que tomaron la fatal decisión 154 se ahorcaron, el 96.25 por ciento, y la mayoría fue al utilizar la soga de la hamaca o los brazos de la misma, otros optaron por colgarse de un árbol, etc.
Hasta el momento, hay dos casos de suicidios ocurridos en el interior de una cárcel pública, específicamente, el 18 de enero, en Tekal, donde Faustino Mis Collí, se ahorcó con su ropa, y fue detenido por riña cometida en estado de ebriedad.
Al igual que Jesús Adán Argáez Cutz, de 46 años de edad, quien el pasado 4 de mayo se ahorcó con su cinturón, en el interior de la celda de la cárcel pública de Dzilam González.
Mientras que el pasado 27 de abril, Genaro V., de 26 años de edad, se ahorcó en el baño del penal meridano.
Asimismo, hay cuatro casos de envenenamiento, de las cuales tres personas optaron por la intoxicación medicamentosa y una ingirió herbicida.
De los que se suicidaron con sobredosis de medicamentos, dos hombres y una mujer, de los cuales el que más llamó la atención fue el huésped del Hotel San Patricio, ubicado en la calle 57 entre 52 y 54 del Centro Histórico de Mérida, quien padecía de depresión.
Otro huésped que decidió acabar con su existencia fue un hombre que acudió con una mujer, de quien no se tiene pista alguna, a un hotel de paso en Xelpac, Kanasín, y con una sábana se ahorcó con el marco de la puerta.
Incluso, ya son dos los casos de suicidio con el empleo de un arma de fuego, el primero sucedió el 10 de marzo pasado, cuando César N., de 17 años de edad, tomó su rifle calibre 16 y se dio un tiro, en el interior de su predio, ubicado en la calle 32 A entre 43 y 45 de la colonia Guadalupe, en Hunucmá, y el segundo fue el 18 de mayo, cuando Erick F.G.A., de 30 años de edad, accionó el gatillo en el interior de su hogar, ubicado en la calle 53 con 66 de Xcanatún.
En cuanto al género, fueron 133 hombres que autoatentaron contra su vida, el 83.1 por ciento, y 27 mujeres, el 16.9 porcentual.
Llama la atención que el 98 por ciento de las féminas que adoptaron la conducta de autoeliminación utilizaron el ahorcamiento, pues cada vez son menos las que se cortan las venas o con la ingesta masiva de medicamentos.
Con base a la estadística proporcionada, menos de la mitad de las personas que se privaron de la vida eran originarios de Mérida o radicaban en la capital yucateca.
Es decir, 67 son de Mérida, el 41.9 por ciento, seguido de Kanasín, con 18 casos, el 11.2 por ciento; en Valladolid fueron 10 los suicidas, el 6.2 por ciento, y Umán fueron siete las personas que decidieron terminar con sus días, el 4.4 porcentual.
Asimismo, cinco individuos eran de Hunucmá; cuatro de Chemax; tres de Progreso, Ticul y Tizimín, respectivamente, y dos de Acanceh, Buctzotz, Halachó, Izamal, Kinchil, Motul, Oxkutzcab y Tekax.
El resto de las personas que ofrendaron su vida a Xtab, diosa maya del suicidio, son de Akil, Chapab, Dzilam González, Dzitás, Espita, Huhí, Kaua, Kopomá, Maní, Mayapán, Muxupip, Panabá, Peto, Río Lagartos, Sinanché, Tahdziú, Tahmek, Teabo, Tecoh, Tekal, Tepakán, Tetiz, Tinum, Tixkokob, y Tixpeual.