- Ante denuncias de las comunidades mayas
MÉRIDA, Yucatán.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró hoy cuatro granjas porcícolas en la entidad por diversas violaciones, en especial por la contaminación al medio ambiente y el manto freático de la Península.
A través de su cuenta twitter señaló que las acciones se llevaron a cabo a partir de la denuncia presentada en noviembre de 2020 por integrantes de 21 comunidades mayas de la Península de Yucatán, ante las afectaciones ambientales, así como por las violaciones a sus derechos humanos como pueblos indígenas.
La lucha de los pueblos mayas contra estas granjas porcícolas es añeja por la grave contaminación que generan, ya que el suelo de Yucatán es calizo y filtra directamente los desechos orgánicos. La más notoria es la megagranja que se construye en Homún, de la que luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmara en días pasados su suspensión definitiva en favor de las niñas y niños del pueblo maya de Homún, el Gobierno del estado clausuró tres paradores turísticos supuestamente por incumplir con los protocolos y medidas sanitarias ante el Coronavirus, aunque los habitantes señalaron que fue por represalia y anunciaron diversas medidas. Finalmente los sellos fueron retirados.
La Profepa recalcó que a raíz de la denuncia de las comunidades mayas, realizaron visitas de inspección a 4 granjas porcícolas, ubicadas en los municipios de Maxcanú, Kinchil, Opichén y Mérida.
Dichas inspecciones derivaron cuatro clausuras “por no contar con las autorizaciones en materia de impacto ambiental, por las afectaciones a la biodiversidad, por no presentar los resultados de sus descargas de aguas residuales, y una inadecuada gestión y manejo de sus residuos peligrosos”.
Un estudio de Greenpeace reveló que únicamente cuentan con Manifestación de Impacto Ambiental, 22 de las 257 granjas identificadas en la Península de Yucatán. En el mismo informe se menciona como 122 de estas granjas se encuentran en regiones de atención a la biodiversidad.
Los integrantes del pueblo maya y las organizaciones que presentaron dicha denuncia, señalan en un comunicado que las clausuras realizadas por la Profepa son importantes, ya que son el primer paso para frenar las afectaciones ambientales ocasionadas por la industria porcícola.
“Es importante también que se reconozca el derecho a la libre determinación del pueblo maya, dado que entre las violaciones a sus derechos, están la falta de acceso a la información, el derecho a la consulta y al consentimiento, los cuales son fundamentales para garantizar el derecho a la libre determinación”, señala el boletín firmado por Indignación, Greenpeace México, Misioneros A.C. y Artículo 19.