- Por impedir la operación de una granja porcina
MÉRIDA, Yucatán.- El gobierno estatal encabezado por el panista Mauricio Vila Dosal mostró que está más interesado en la defensa de los dueños del capital, a pesar de su contaminación al manto freático, que en el propio pueblo, y dos días después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió a favor de la infancia de Homún, realizó un operativo y clausuró los paradores de los más visibles defensores del agua de este pueblo maya supuestamente por la venta de cerveza.
Lo más grave es que fueron clausurados paraderos en lo que no había venta de cerveza.
Hace dos días, la Primera Sala de la SCJN confirmó la suspensión definitiva de la granja porcina de la empresa “Producción Alimentaria Porcícola” (PAPO) en favor de las niñas y niños del pueblo maya de Homún.
La votación fue por unanimidad, con lo cual las ministras y ministros confirmaron la suspensión definitiva contra la granja, la cual deberá mantenerse cerrada hasta que se resuelva el juicio definitivo.
Las granjas porcinas, como toda explotación pecuaria, genera residuos originados en orina y estiércol y ante lo calizo del suelo yucateco contaminan directamente el manto freático, el único suministro de agua en la Península, afectando a los cenotes, los cuales abundan en Homún y es el principal atractivo turístico.
Yucatán es un estado con vocación turística y este golpe es en contra de esta actividad de la que dependen los pobladores de Homún. No es la primera vez que el Gobierno de Mauricio Vila atenta contra la actividad turística de Yucatán, como consta los enfrentamientos que ha tenido su secretaria de Turismo, Michelle Fridman Hirsch, con los empresarios del ramo, los guías de turistas, las agencias de viajes, los hoteleros, entre otros servidores.
Mauricio Vila, originario del centro del país, mantiene a Michelle Fridman Hirsch como secretaria de Turismo ya que es quien encauza su imagen para ser el próximo candidato panista a la presidencia del país.
El gobierno panista del estado respondió con la represalia en contra de quienes han llevado por la vía pacífica la defensa de sus cenotes ante la imposición de una fábrica de cochinos en el municipio de Homún, otorgando permisos corruptos.
Hace dos años, en una mesa de diálogo con la empresa propietaria de dicha fábrica, esta se levantó lanzando una amenaza: “si quiero le mando a cerrar los cenotes”. Y lo cumplió. El 21 de septiembre de 2018 mientras el pueblo de Homún clausuraba simbólicamente la fábrica, un equipo de la Profepa apoyado de la policía estatal, puso sellos de clausura en los cenotes de los 5 miembros de la coordinación de Kanan Ts’ono’ot.
El día de ayer, dos días después de la ratificación de la suspensión definitiva de la fábrica, el Gobierno estatal clausuró los paradores turísticos de algunos integrantes de la directiva. En el operativo fueron clausurados por igual paraderos con o sin permiso para venta de cerveza
El equipo Indignación consideró que este operativo es un claro acto de represalia.
“Nos preocupa que pudiera derivar en la criminalización contra defensoras y defensores del medio ambiente y los derechos de los pueblos”, apuntó en un boletín.
Kanan Ts’ono’ot e Indignación expresaron su intención de continuar esta dura, injusta y desigual lucha.
“Si estos actos tuvieron la intención de amedrentarnos y de deslegitimarnos, les avisamos que no nos intimidan. No nos rendimos”, recalcaron.