- Producto de las grandes obras en infraestructura
MÉRIDA, Yucatán.- Las expectativas del crecimiento económico de México para este 2021 están al alza. Las diferentes casas encuestadoras y firmas ven con buenos ojos las obras de infraestructura que lleva a cabo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que han mejorado su pronóstico del crecimiento del PIB para este año.
Incluso el más renuente, el Fondo Monetario Internacional, mejoró su pronóstico para el crecimiento del PIB para 2021 de un 4.3 por ciento a cinco, a pesar de que México insiste en no solicitar créditos para sacar adelante la economía del país.
JP Morgan es una de las firmas con más optimismo, pues augura un avance de 5.8 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) de México para este año, seguido de Oxford Economics, UBS y Vector, quienes prevén un aumento de 5.6 por ciento.
Entre los argumentos para este crecimiento está el hecho de que de las doce obras de infraestructura con mayor valor en América Latina, que se están construyendo en este momento, cuatro son mexicanas.
En dólares, están son la Refinería Dos Bocas: 7.7 mil millones; el Corredor del Istmo de Tehuantepec: 7 mil millones; el Tren Maya: 6.3 mil millones; y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles: 3.8 mil millones.
Sí bien, dichas obras de infraestructura, no son las más costosas (Las más costosas son: Suministro de combustible-SeaOne Caribbean, 20 mil millones; Carretera hídrica, Chile, 20 mil millones; Corredor Ferroviario Bioceánico Central, Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú, 15 mil millones; Corredor Interoceánico, Guatemala, 10 mil millones) la suma de las cuatro construcciones mexicanas convierten a México como el que más está invirtiendo en estos proyectos de gran calado: 24.8 mil millones de dólares.
Pero los especialistas además advierten otras diferencias significativas. México es el único país del continente que está construyendo con sus propios recursos financieros, sin pedir un solo préstamo al extranjero.
A esto habría que agregar que el gobierno mexicano es el único que mantiene el eje rector en la construcción de dichas obras. En los demás proyectos son empresas privadas las que tienen el control de las construcciones.
Esto genera que los costos de las obras en el resto de América Latina tengan un valor mayor porque son construidas cien por ciento por empresas privadas, mientras en México, la participación del ejército mexicano está permitiendo reducir la facturación final.
Pero lo más importante para la soberanía del país, al término de las obras, el Estado mexicano será el propietario de dicha infraestructura. No es el caso de la mayoría de las otras construcciones, que terminarán en manos privadas por concesiones u otro tipo de contratos.
El resto de los proyectos latinoamericanos lo componen La red de Expresos Regionales de Buenos Aires, Argentina, 5 mil millones; el Metro de Bogotá: 4.7 mil millones, el Tren de Alta Velocidad Panamá-Chiriquí, 4.1 mil millones y la Planta Termonuclear Angra 3, Brasil, 4 mil millones. Obras en manos de empresas privadas, con financiación extranjero y que terminarán en manos particulares.
La lista que presenta Top 100 Proyectos Estratégico ya de América Latina de la consultora CG/LA deja de lado datos.
Por ejemplo, en torno a la construcción del Aeropuerto internacional Felipe Ángeles, el más grande, funcional y moderno de Latinoamérica y uno de los más grandes del mundo, con un movimiento final de más de 130 millones de usuarios por año, tiene obras complementarias como tres viaductos elevados en la autopista México-Pachuca, Circuito Interior y Av. Zaragoza; la Autopista Urbana Siervo de la Nación, ampliación del Periférico Oriente, adecuaciones en el Circuito Exterior Mexiquense así como la ampliación del Tren Suburbano que llegará hasta el mismo aeropuerto. Obras que elevan en miles de millones de dólares más la construcción del Felipe Ángeles.
El anuncio de otros proyectos de inversión compartida con la iniciativa privada nacional, como 10 mil millones de dólares en modernización de carreteras; cinco mil millones de dólares en el sector energético; proyectos ferroviarios por 4.2 mil millones de dólares, entre ellos, la culminación del Tren rápido México-Toluca y la reactivación del proyecto Tren México-Querétaro, con lo que al final del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejará 2,000 kilómetros de nuevas vías férreas.
Sin olvidar que la actual administración de la 4T, canalizó recursos para terminar la Línea 3 del Metro de Guadalajara y la Línea 3 del Metrorrey de Monterrey.
Además de que se están terminando de construir 326 hospitales inconclusos –en Yucatán ya fue rescatado el de Tekax y en breve iniciará el rescate del de Ticul-, 236 cuarteles para la Guardia Nacional y 2,700 sucursales del Banco del Bienestar y la canalización directa de recursos para la construcción, reparación y mantenimiento de las escuelas públicas de todo el país.
Y todo esto, sin pedir un préstamo a la banca nacional o internacional.