• Por los Ayuntamientos de San Felipe y Río Lagartos

SAN FELIPE, Yucatán.- Ante la parsimonia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el ecosistema de la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos se encuentra en peligro por el exterminio de su mangle por parte de los Ayuntamientos de San Felipe y Río Lagartos.

Cabe señalar que Ría Lagartos es la intersección donde confluyen las aguas del Golfo de México y del Mar Caribe. La reserva de Ría Lagartos, que abarca los municipios de San Felipe, Río Lagartos, Tizimín y Lázaro Cárdenas, se ha convertido en el lugar preferido de cientos de flamencos rosados, quienes han hecho del sitio, el espacio perfecto para anidar y dar a luz a sus crías.

La afectación a la Reserva se constató desde 2018 en el municipio de San Felipe y ya cuenta con varias denuncias. La primera en ese año interpuesta por la UNTA (Unión Nacional de Trabajadores Agrarios) ante la PGR, y la segunda un año después por la entonces diputada federal Cecilia Patrón Laviada, quien presentó una denuncia ante la Profepa por el atentado contra el medio ambiente y equilibro ambiental en áreas que corresponden a la Reserva ecológica, obteniendo ambos casos nula respuesta por parte de la autoridades.

A cuatros años de las denuncias en una de las reservas ecológicas más importantes del país, ubicada en el oriente del estado de Yucatán, el síndico del Ayuntamiento del municipio de San Felipe, Felipe Marrufo López, y la alcaldesa Juana Baltazar Santos, continúan en su afán de extraer el mangle en otros puntos del puerto.

Ría Lagartos es zona de anidación de los flamencos rosados

Es tal la impunidad que ha generado la aparente decisión de no intervenir de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que ha motivado a que el puerto vecino de Rio Lagartos incurra también en la destrucción del mangle.

El magno ecocidio que inició en el municipio de San Felipe en el 2018 con el exterminio de mangle con maquinaria pesada en el brazo de agua conocido como “Oca de Alesh”, dejando morir y sin hábitat a cientos de especies que ahí desovaban y anidaban para rellenarlo con material para hacer calles y lotificar terrenos, ahora continúa en otros puntos del puerto e incluso en municipios aledaños como Rio Lagartos, cuyo Ayuntamiento se ha sumado a esta destrucción de la naturaleza ante la protección obtenida por el presumible contubernio de los titulares de la dependencia federal para proteger a los destructores y no el hábitat de la flora y fauna.

Lo lamentable es que la autoridad correspondiente no ha realizado acción alguna ante las constantes denuncias realizada por los pobladores de estos puertos del oriente, quienes ante la pandemia manifiestan haber realizado diversas llamadas al 800 PROFEPA, de las cuales no han obtenido respuesta.

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