- Aducen falta de programas oficiales preventivos y excesivos establecimientos
MÉRIDA, Yucatán.- A pesar de que la incidencia de Intoxicación Aguda por Alcohol (IAA) durante 2020 disminuyó en Yucatán y el país, la entidad mantiene por décimo año consecutivo el honroso primer lugar nacional, además de que se disparó exponencialmente la tasa de personas fallecidas por consumir alcohol adulterado en el estado.
Para especialistas, estos honrosos récords que ostenta Yucatán son debidos a la carencia de un programa oficial que combata el alcoholismo, a un desmedido número de establecimientos autorizados por la Secretaría estatal de Salud, así como una muestra de que la “ley seca” que impuso el gobierno del estado no solo no frenó la propagación del virus, sino tampoco el consumo de bebidas embriagantes e incluso alentó la clandestinidad y el alcohol adulterado con funestas consecuencias.
HOSPITALIZACIONES
El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) de la SS federal informó que el año pasado fueron hospitalizadas en el país 20 mil 277 personas al presentar IAA, con una disminución del 49.3 por ciento con respecto a 2019, cuando la cifra fue de 40 mil 21.
Yucatán se mantuvo en el primer lugar nacional por décimo año, con dos mil 444 personas hospitalizadas, el 11.1 por ciento del total nacional; seguido de Jalisco, con mil 932 casos, el 9.5 por ciento; Guanajuato, con mil 776, el 8.8 por ciento; y la Ciudad de México, con mil 595, el 7.9 porcentual. La diferencia se vuelve abismal si consideramos que la población de la Ciudad de México y de Jalisco, es más de cuatro veces mayor que la de Yucatán.
Del número de casos en Yucatán, dos mil 309 corresponden a varones, el 94.5 por ciento, y 135 a mujeres, el 5.5 porcentual; mientras que los promedios nacionales fueron diferentes, al contabilizarse 16 mil 277 hombres, el 78.4 por ciento, y cuatro mil 489 mujeres, el 21.6 por ciento.
La IAA es un problema de adicción que no está controlado, y el grupo de edad más afectado es el que se encuentra en edad productiva de 25 a 44 años de edad, y en cuando al género, afecta más a los hombres que a las mujeres.
DAÑOS HEPÁTICOS
Pero también genera graves daños al organismo, como problemas hepáticos derivados por el consumo de bebidas alcohólicas, que ante la disminución de IAA también tuvieron su decremento. En el estado fueron hospitalizadas en Yucatán 198 personas por estos problemas hepáticos, lo que representó una disminución del 49.13 por ciento respecto al año anterior. Del total de casos en la entidad, 68 fueron por Enfermedad Alcohólica del Hígado (EAH), con una disminución del 29.2 por ciento, ya que en 2019 fueron 132 las personas afectadas; y 130 por Cirrosis Hepática Alcohólica (CHA), con una reducción del 52 porcentual, cuando en el año anterior, el acumulado fue de 271.
A nivel nacional, por problemas hepáticos derivado con el consumo de bebidas etílicas fueron hospitalizadas en 2020 ocho mil 75 casos, con un decremento del 47.8 por ciento, cuando el año pasado fueron 15 mil 460. Del total de casos, tres mil 970 fueron por EAH y cuatro mil 105 por CHA.
Cabe señalar que la cirrosis hepática es el padecimiento que provoca la muerte paulatina del hígado, a consecuencia del alcohol; principalmente a hombres adultos, bebedores consuetudinarios o que lo consumen habitualmente. En el caso de la mujer, es menor la cifra, pero el hábito al etileno provoca el desarrollo del cáncer de mama.
ALCOHOL ADULTERADO
A pesar de registrarse una disminución de personas hospitalizadas por IAA y problemas hepáticos a nivel nacional y estatal, en Yucatán se disparó el número de personas fallecidas por consumir alcohol adulterado durante la “ley seca”. En 2020 se registraron 22 defunciones por esta situación; del total de casos, nueve fueron de Mérida, siete de Acanceh, tres de Kanasín, dos de Progreso y uno de Maxcanú.
El consumo de bebidas alcohólicas adulteradas se considera un serio problema de salud pública debido a la alta toxicidad y mortalidad asociada a ellas, que puede llegar hasta al 50 por ciento de los casos, por lo que requiere de un tratamiento oportuno de cuidados intensivos hospitalarios.
El problema es cuando se utiliza como materia principal al metanol, el cual es un tipo de alcohol muy tóxico, que se produce industrialmente y que puede ser añadido como un sustituto del alcohol etílico para adulterar las bebidas alcohólicas.
LEY SECA
Todas las muertes por bebidas adulteradas se registraron durante la ley seca aplicada por el Gobierno de Mauricio Vila Dosal. Tras la aparición del Covid-19, a partir de marzo de 2020 se tomaron las medidas de restricción para cortar la cadena de transmisión, y a partir de abril, durante dos meses, se aplicó la ley seca, o impedir la venta de bebidas embriagantes en establecimientos, lo que aumentó la venta clandestina y de bebidas adulteradas.
Incluso esta ley seca no disminuyó el problema de IAA. Desglosando los registros, en la semana epidemiológica 15 —del 5 al 11 de abril—, que apenas abarcó dos días de la ley seca, se reportó un solo caso de intoxicación etílica en la entidad, el número más bajo en mucho tiempo.
En la semana epidemiológica 16, del 12 al 18 de abril, aumentó a cinco casos, y una semana después se disparó a 17 y ya no bajó de dos dígitos, registrando su punto más alto en la sema 20, con corte al 16 de mayo, que sumaron 54, o sea, un promedio de ocho al día.
El director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz, reconoció que es alarmante problema de alcoholismo que predomina en Yucatán, sin que hasta el momento se tenga un control de la situación.
Incluso remarcó que el alcoholismo en la entidad ya involucra a adolescentes y jóvenes principalmente de nivel medio superior.
En la entidad, ante la complacencia del sector salud, hay más de siete mil establecimientos que expenden bebidas alcohólicas, más del doble del número de escuelas de educación básica que suman tres mil 77, contando preescolar, primaria y secundaria.
Roa Muñoz destacó la importancia de frenar el avance de estos males, evitar el fomento del consumo de bebidas alcohólicas, con los consecuentes perjuicios económicos y sociales para la población.
Sobre los factores que contribuyen a la ausencia de soluciones, el licenciado Roa Muñoz dijo que, si bien hay algunas campañas de orientación, ha faltado más inversión en programas permanentes y de cobertura universal, para toda la población.
También ve vacíos en la disponibilidad de tratamientos médicos y psicológicos para las personas que presentan este tipo de problemas.