- El atraso de los biológicos por la demanda mundial
CIUDAD DE MÉXICO.- Por fin se comienza a destrabar el atolladero por el acaparamiento y escases de vacunas a nivel mundial. El Gobierno de México y Pfizer llegaron a un acuerdo para reanudar la entrega de vacunas contra el coronavirus a partir del 15 de febrero. El próximo envío será de 491,400 dosis, de acuerdo a una carta de la farmacéutica estadounidense que las autoridades mexicanas compartieron hoy.
Sobre las otras vacunas, aun no hay fechas para su llegada, como la Sputnik V de Rusia y un envío desde la India de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca. El verdadero problema es que la demanda rebasa en mucho la producción de vacunas.
Cabe recordar que Pfizer suspendió los envíos a México y redujo su producción a la Unión Europea a mediados de enero pasado, tras anunciar que tendría que hacer ajustes en la línea de producción de su planta en Bélgica para hacer frente a la demanda mundial.
Después de tres semanas de incertidumbre, regresa la farmacéutica estadounidense, el único fármaco que se ha inyectado en la campaña de vacunación. México ha recibido hasta ahora alrededor de 700.000 dosis y le quedan unas 50.000 por aplicar.
Incluso, la Unión Europea dio a conocer que autorizó la exportación de vacunas de Pfizer tras una solicitud de México enviada el lunes.
Estados Unidos no ha permitido la exportación de la vacuna de Pfizer y de Moderna, lo que ha obligado a México a voltear a otras partes del mundo para acceder a las inmunizaciones.
“México está trayendo vacunas de Bélgica [Pfizer], Moscú [Sputnik V], Argentina, Corea del Sur y de la India [AstraZeneca]”, ha señalado el canciller Marcelo Ebrard.
El costo político de las demoras de las farmacéuticas y los laboratorios afecta a todos los países. El presidente López Obrador enfatizó el lunes que ha hecho gestiones personales para reanudar el flujo de vacunas y encontrar nuevas opciones. Restó importancia a los cuestionamientos por el desabasto. De la carta que se presentó este martes se extrae también que el presidente tuvo una llamada con Pfizer el 29 de enero.
Cuatro días antes, el mandatario pactó a través de una llamada telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, la compra de 24 millones de dosis de la Sputnik V; pero los desarrolladores rusos han reconocido en las últimas semanas que también han tenido problemas para cumplir sus compromisos de entrega con otros países que ya han pagado, como Argentina.
México también abrió la puerta a China. El prototipo de CanSino es desde hace meses una de las apuestas más importantes del Gobierno porque solo necesita una dosis. Si la solicitud de CanSino presentada la semana pasada es aprobada, el país podrá inmunizar hasta 35 millones de personas. El Gobierno ha anunciado, tras dos llamadas con el embajador chino, que también puede llegar la vacuna de Sinovac, probada en Brasil y Chile y que está a la espera de ser autorizada en México. A su vez, el envío de 870 mil dosis de AstraZeneca desde la India puede ser un bálsamo que se concretará “en los próximos días”. El país espera también recibir alrededor de 1,6 millones de dosis entre febrero y marzo a través del mecanismo Covax, por el que tiene acceso a 51 millones de dosis de varias vacunas diferentes. Es probable, según el Gobierno, que la mayor parte de estas dosis sean de AstraZeneca.
Hay otras dos vacunas que están en el radar de México, pero que son apuestas a largo plazo. La estadounidense Novavax y la alemana CureVac que ya se están probando en ensayos clínicos en el país, pero aún deben ser aprobadas por los reguladores sanitarios y cerrarse los acuerdos de compra. Puede tomar varios meses, si no hay imprevistos en las pruebas ni en la cadena de producción de ambos prospectos.
Entre todos los acuerdos que se han anunciado, México tiene pactadas más de 220 millones de dosis de al menos cinco vacunas diferentes. El problema es que ha llegado menos del 1% y se ha logrado cubrir también a menos del 1% de la población.