• Fuente de energía de uso variado

MÉRIDA, Yucatán.- Especialistas del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) fermentaron las semillas del ramón, árbol originario de la Península y de usos múltiples, para producir bioetanol, un combustible  más amigable con el medio ambiente y fuente de energía en autos, uso doméstico o industrial.

El logro fue gracias a un trabajo interdisciplinario, ya que participaron especialistas de la Unidades de Recursos Naturales y Energía Renovable del CICY, quienes se consolidan en la investigación de nuevos combustibles, los cuales sustituirán al petróleo.

El director de la Unidad de Energía Renovable, Raúl Tapia Tussell, explicó que este trabajo inició desde 2014 y ya se consiguió la patente del Sistema de Producción de Bioetanol, al mismo tiempo que se aprovecha el ramón (Brosimum alicastrum) de forma sustentable.

Este combustible podría utilizarse como fuente de energía en autos, uso doméstico o industrial

El coinventor de la patente afirmó que además de la obtención del biocombustible, en este proceso se obtienen algunos coproductos con potencial aplicación en alimentación animal y producción de bioenergía.

“Este proyecto es una propuesta para atender la demanda de biocombustibles, tenemos esta nueva alternativa de bioetanol; la semilla del árbol de ramón tiene altos contenidos de almidón que pueden ser usados para la producción de energía”

Raúl Tapia Tussell, director de la Unidad de Energía Renovable del CICY

Por su parte el coinventor y colaborador principal de este proyecto, Edgar Olguín Maciel, dio a conocer que esta patente del CICY se basa en una metodología denominada bioproceso consolidado (CBP, por sus siglas en inglés), donde un organismo es capaz de producir enzimas y, al mismo tiempo, tiene la capacidad de fermentar los azúcares liberados en la hidrólisis para producir el bioetanol.

Olguín Maciel detalló que en el proceso convencional de producción de bioenergía se utilizan enzimas comerciales para la hidrólisis del almidón así como altas temperaturas, lo que ocasiona que los costos de producción sean muy elevados

Con su metodología, los investigadores consiguieron el bioetanol a menor costo y más amigable con el ambiente

En cambio, con la metodología del CICY el costo es menor y más amigable con el ambiente al utilizar enzimas (a partir de la implementación de un hongo nativo), además de la obtención de coproductos que aseguran el máximo aprovechamiento de la materia prima.

Tapia Tussell señaló que hoy en día el proyecto se encuentra en fase de escalamiento, es decir, que se realizan pruebas en el laboratorio para obtener etanol del 85 al 90 por ciento para, eventualmente, hacer pruebas de combustión.

“Queremos seguir trabajando en esta investigación desde nuevos enfoques que busquen aprovechar el árbol de ramón de forma sustentable, convirtiendo un residuo en nuevos productos de valor agregado”

Raúl Tapia Tussell, director de la Unidad de Energía Renovable

Finalmente, reconoció el trabajo del inventor de esta tecnología e investigador de la Unidad de Recursos Naturales del CICY, Alfonso Larqué Saavedra.

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