• Cristianismo al alza, catolicismo a la baja

En México la fe se ha diversificado, ya que la religión Católica ha perdido presencia ante el crecimiento de las iglesias protestantes y de quienes no profesan religión alguna, al grado tal de arrebatarle el 20 por ciento de fieles en las últimas décadas.

Para especialistas, el ocaso de la fe católica o romana es debido a que mantiene el mismo método de evangelización a través de los años, mientras que los grupos protestantes incluso se han atrevido a predicar en lengua autóctona.

Además de que la iglesia Católica presenta para los fieles una fe ‘muerta’, con poca convicción sobre las creencias, a pesar de tener más obras sociales que cualquier otra iglesia; mientras que el protestantismo o cristianismo se ha convertido en una forma de vida que ayuda a las personas a combatir problemas que van desde las malas palabras y actitudes, hasta la desintegración familiar, el alcoholismo y la drogadicción.

El catolicismo pierde presencia

Miguel Güémez Pineda, investigador de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales ‘Dr. Hideyo Noguchi’ de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), señaló que las iglesias protestantes han sabido cómo llegarle a la gente, incluso utilizan la lengua maya para su evangelización, mientras que la Católica se ha mantenido con sus mismos rituales legendarios.

El especialista recordó que Tzucacab fue punto de entrada para la iglesia protestante en Yucatán, cuando en los años 50’s sus pastores ofrecían sus servicios a la población maya hablante en su propia lengua.

Güémez Pineda recalcó que actualmente los migrantes al regresar a su terruño han dado un nuevo auge a esas religiones, ya que en Estados Unidos son apoyados por las iglesias protestantes, las cuales les reafirman sus lazos de solidaridad y de apoyo en una ciudad totalmente hostil para ellos.

“Es un cobijo que les dan, el cual los lleva a la conversión”, puntualizó.

Miguel Güémez Pineda, investigador de la Uady

Ante esta pugna antagónica entre el catolicismo y cristianismo, curiosamente el porcentaje de personas que se califican “sin religión” es el que mayor incremento ha tenido, al pasar del 4.7 por ciento en 2010 al 8.1 en 2020, casi duplicó su porcentajes. Hace 30 años representaban el 3.34 por ciento de la población. La primera vez que se les censó fue en 1960, con el 0.56 por ciento de los mexicanos.

Este grupo no es sinónimo de “no creyentes” ni de ateos, más bien corresponde al tipo “creyentes sin pertenencia” o “espirituales sin iglesia”, de acuerdo a los análisis de la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM) del 2016.

El estudio además revela que las cifras de ateísmo dentro de este grupo son mínimas y las que más se identifican son las formas individualizadas de practicar espiritualidades diversas y dispersas, como son gnosticismo, espiritismo, esoterismos, “el costumbre”, librepensadores, matrices orientales, new age, neoindianismo y neopaganismo.

CATOLICISMO

El Censo de Población y Vivienda 2020 revela que la religión católica es la de mayor aceptación en el país con el 77.7% de la población, cuando en 2010 tenía un porcentaje de 82.7. Viajando más en los recuerdos, el panorama es desalentador, ya que su porcentaje de hace 30 años era superior al 90 por ciento y de hace 50 casi el 100 por ciento, lo que habla de una disminución de 20 puntos porcentuales.

Católicos por tradición

De acuerdo a la encuesta del RIFREM, los católicos cada vez se apartan más de la normatividad institucional, prefiriendo identificarse como católicos “por tradición” y “a su manera”. Los primeros se manifiestan a la vez ritualistas e incluyentes de otras matrices religiosas y crecientemente autónomos en sus posicionamientos respecto a las orientaciones de la jerarquía eclesiástica. Se trata de un catolicismo heredado por tradición cuyos lazos de pertenencia religiosa se mantienen debido a su identificación con una mayoría social o a una herencia cultural, pero no porque exista convicción sobre las creencias.

Los católicos son los que más se identifican como “creyentes a mi manera”, término que describe su notable permeabilidad a creencias y prácticas heterodoxas, como son la creencia en la reencarnación o la práctica de limpias rituales de origen indígena o esotérico; se evidencia también en la disidencia que muestran con respecto a los posicionamientos conservadores de su jerarquía en temas de educación sexual y de género en las escuelas, aborto o matrimonios del mismo sexo, concluye el estudio.

CRISTIANISMO

La única religión con aumento considerable es la cristiana, pues en el 2010 un 7.5% de la población en general se consideraba afín a esta religión, y el dato pasó a ser de 11.2% para 2020. En contra parte, el resto de las religiones tuvo una baja pues entre los grupos judaicos, islámico, espiritualistas y otras, concentraban el 2.4% en 2010. Para 2020 solo representaron el 0.2% del total.

La encuesta mencionada señala que los cristianos han crecido debido principalmente a procesos de conversión, debido a que “su religión anterior no le satisfacía” (catolicismo) y a que “encontró un nuevo sentido para vivir”.

Los cristianos presentan altos índices de frecuencia ritual

Sus feligresías muestran una religiosidad altamente comprometida que es típica de primera generación de creyentes minoritarios. Presentan rangos de mayor compromiso institucional y altos índices de frecuencia ritual.

Son ortodoxos y muestran menor permeabilidad a las creencias o prácticas heterodoxas desde el punto de vista de su credo formal.

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